He podido ver
la última película de Zhang Yimou (Riding Alone for a Thousand Miles) en versión original subtitulada en inglés. En mi opinión no es de las mejores de Yimou pero es interesante y recomendable. Trata de relaciones de amor paterno-filiales. De la toma de conciencia del amor (perdido u olvidado) entre padres e hijos y de como se expresan los sentimientos. Me gustó especialmente una parte de la película en la que el protagonista (el japonés Takakura) dice al ver llorar a un padre por el recuerdo de su hijo que a él le gustaría poder expresar así los sentimientos. Es sabido que las manifestaciónes de afecto a base de abrazos, besos y achuchones es muy corriente en los españoles pero no así en otras partes del mundo, por ejemplo en China.
La película trata también de la soledad, a veces buscada, y de como en el ambiente de una lengua extraña uno puede sentirse en soledad.
No me gustó el ambiente un tanto idealizado de la aldea china, de la prisión,... y en definitiva de la excesiva bondad de todos los personajes que en la vida real no es así, pero por otra parte pienso que el cine no tiene por qué mostrar todos los aspectos de la vida real, como en una fotografía,se pueden sugerir cosas al mostrar un sólo ángulo de la realidad. Destaco especialmente el que el protagonista sea un japonés y sean las relaciones amables entre japoneses y chinos las que se reflejan en la película: los sentimientos son humanos y compartidos por todos los pueblos. Bien por Yimou en unos tiempos en que las relaciones chino-japonesas no son muy buenas debido al sentimiento anti-japonés que algunos fomentan. Los paisajes del bosque de piedra de Yunnan preciosos.
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