14.7.09

Tiempo de viajar



No quería iniciar nuestro anual periplo rutero sin despedirme y agradereros vuestro seguimiento de este humilde blog. Gracias por estar ahí. Un paréntesis de descanso. Nos vemos a final de agosto. Felices días de verano.

"Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro."
Confucio

2.7.09

(No) Sentimientos hacia el país de origen

Hoy disfruto de mi segundo día de vacaciones y esta mañana me he acercado a la biblioteca pública para recoger algunos títulos para leer ahora que tengo tiempo y no tengo prisa. En el expositor de "novedades" me ha llamdo la atención un título : "Después de adoptar" .

Lo he sacado y al llegar a casa he empezado a examinarlo para decidir en que orden lo leo, que puesto ocupa en las preferencias de lectura. Tras echarle in vistazo al índice, lo he abierto por la parte final, que es la que más me interesa en este momento y he leído el capítulo titulado "Sentimientos hacia el país de origen". He decidido no leer ni un capítulo más.


Conforme lo leía me iban "chirriando" algunas de las afirmaciones que hacen sus autoras en torno al origen y los rasgos de los menores adoptados. Lo he vuelto a leer y llego a la conclusión de que sí, es cierto , los "sentimientos hacia el país de origen" son muy inportantes pero no en el sentido en el se apunta en el libro. Me da la impresión de que se quiere justificar, con argumentos poco sólidos en mi opinión, un cierto sentimiento de "indiferencia", cuando no de rechazo que muchos padres tienen hacia el país de origen de sus hijos. En un tono muy "políticamente correcto" se minimizan ciertos problemas potenciales relacionados con sus rasgos y origen, que nuestras hijas e hijos tendrán con toda seguridad en mayor o menor medida.


Transcribo algunos ejemplos que me han hecho pensar qué hay detrás, que sentimiento de fondo subyace entre las autoras del libro o los padres que hayan dado su testimonio para escribir este capítulo sobre los sentimientos hacia el país de origen :


"... En algunos casos, incluso se hace excesivo hincapié en su país de origen, su cultura de origen, su comida de origen. A veces se centra tanto en estos aspectos que se descuidan o se se deja de lado que también existe un país de destino, su familia de destino y su cultura de destino. La adopción implica la ruptura de lazos con la familia y el ambiente social de procedencia, con el objetivo de conseguir la completa integración en una nueva familia y entorno social. Su hijo es español de pleno derecho y nuestra cultura es lo suficientemente rica como para que se la transmitamos..."


"... Si al hijo se le une prrioritariamente a un país con el que no tiene vinculación emocional, ni sentimiento de arraigo, se le está dejando sin apoyos firmes sobre los que asentarse para poder sentirse seguro y poder construir su propia identidad después..."


"... Es decisión y elección de los padres adoptivos hablar a su hijo de su país de origen, o no hacerlo..."


"...Lo que debe usted prevenir es que los sentimientos de rechazo o los de aceptación lleven a que el tema del país y de la cultura de origen se conviertan en una conducta obstinada y reiterativa de su hijo, donde exista un desmedido interés por ese país, excluyendo al resto..."



Francamente, no conozco a nadie que haga "excesivo hincapié " en el país de origen ni se "unan prioritariamente" al país de origen. Sí conozco a muchos que manifiestan respeto y aprecio por la cultura de origen de sus hijas e hijos. En nuestro caso, intentamos dar ejemplo a nuestras hijas de amor por el país que las vio nacer, por su cultura , historia y gentes que lo habitan . Intentamos transmitir un sentimiento de orgullo por su origen que las haga tener una fuerte autoestima y les sirva para integrar sus rasgos distintos en nuestra sociedad que , por supuesto es la suya.

Apreciar a China no es incompatible con una plena integración en donde vivimos. En casa, por ejemplo, nos gusta la comida china y apreciamos su variedad, sabores, elaboración, etc. Cuando vamos a un restaurante chino o encargamos comida china, hacemos una fiesta de ello. Es la excepción deliciosa a nuestra dieta totalmente española como no podría ser de otro modo ( por ejemplo nos encantan los cocidos, boquerones , tortillas, paellas, salmorejo, flamenquines, ...)


Disfrutamos de las fiestas de aquí y nuestras niñas se visten de "flamenca" cuando llega la feria y se disfrazan de carnaval y cantan villancicos en Navidad, pero nos gusta también celebrar el Año Nuevo chino y reunirnos con otras familias como nosotros y compartir nuestras experiencias y pasarlo bien. ¿Es esto excesivo hincapié en la cultura de origen ?


Nos gusta la música china y es delicioso escucharla en muchos momentos, pero cuando viajamos en coche lo que se oye y que a nuestras hijas les encanta ( también a nosotros) es por ejemplo Amaral. ¿Excesivo hincapié en la cultura de origen?


Conocemos a familias que ignoran y en algún caso desprecian el origen de sus hijas. En el fondo no tienen asumida la procedencia que llevan (y llevarán toda su vida) sus hijas en la cara y su deseo secreto sería eliminar esas diferencias, esos ojos rasgados, ese pelo rizado o ese tono de piel oscura.

Muchas niñas chinas viven felices en pueblecitos de España con sus padres que las adoran , con familiares, amigos y vecinos que las quieren mucho, pero a las que nadie les ha transmitido nada, ningún sentimiento hacia la cultura de origen y en algunos casos la han minimizado o despreciado.
En mi opinión, es un error. El cariño no es suficiente.





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