Debido a un pequeño accidente me encuentro en casa, de baja laboral y con el brazo en cabestrillo (nada grave, una pequeña fisura a la altura del codo en el radio del brazo derecho). Aprovecho el silencio, desacostumbrado para mi a estas horas , cuando todos están trabajando, y la tranquilidad que supone no estar obligado a hacer nada, para disfrutar del sosiego de mi casa vacía. Enciendo el ordenador y leo con más calma que de costumbre, con menos prisa, los blogs y páginas de Internet que habitualmente sigo cuando dispongo de tiempo ( también así me olvido del picor que la férula me produce y que llevo como mejor puedo )
Aunque sólo puedo usar la mano izquierda, no tengo prisa y tecleo con un dedo esta entrada sobre algunas cosas que esta mañana he leído.
El blog de Roberto Pili hace una una referencia al de Brenda. Leo su entrada "Esos malos oportunos" . Lo encuentro muy interesante (como todo lo que escribe) y me hace pensar en mi situación de hoy mismo : apenas he dormido por la incomodidad de la inmovilización del brazo, me encuentro muy limitado para situaciones sencillas como es por ejemplo atarme los cordones de los zapatos. Me pica horrores el brazo sin poder aliviarme con "una rasquiña", el peso de la escayola a veces se hace sentir y molesta en forma de leve hormigueo. En fin. Nada grave repito, pero esta repentina, transitoria (y espero que breve) inmovilidad parcial, me ha hecho pensar en las acciones cotidianas sobre las que nunca reparo. Puedo quedarme sentado lamentando mi situación, o intentar hacer cosas y moverme a pesar de la dificultad, adaptándome a la situación. Tengo la opción de ver todos estos inconvenientes como retos y decido aplicarme esto último.
Me cuesta escribir pero es mejor que no hacerlo y me doy cuenta de una ventaja, que es que teclear con un dedo me obliga a ir lo suficientemente despacio como para que el pensamiento no se desboque, las ideas no se aglomeren y empujen unas a otras. Descubro que escribir despacio no está tan mal. La lentitud obligada de la mano, en cierto modo "contagia" la mente y acabas serenándote y viendo las cosas, las ideas más nítidamente. Me doy cuenta que puedo aplicar a esta situación concreta el lema del "movimiento slow" que dice "menos es más".
Escribe Brenda de "resiliencia". Es un tema muy interesante para todos y que dadas las circunstancias de nuestras hijas y de los retos "extras" a los que se enfrentan y enfrentarán, debemos estudiar sus principios, asimilarlos y aplicarlos a nuestras vidas. Es muy cierto que ante situaciones difíciles tenemos dos opciones, luchar por superarlas y aprender de ellas o dejarnos arrastrar por la pena, la tristeza y la desesperación , según los casos.
He recordado un libro que leí hace tiempo y que recomiendo , se titula "El hombre en busca de sentido" de Víctor Frankl.
Me ha gustado mucho la idea de "no dar respuestas tristes a situaciones tristes" . Es cierto, suele ser lo habitual el mimetizarse con la pena y unirse a ella hacia donde nos quiera arrastrar.
Nuestras hijas nos tienen como modelo y debemos transmitirles en la medida de lo posible la idea de resiliencia, siendo un ejemplo para ellas en cómo nos enfrentamos a los retos, más o menos grandes, más o menos graves, que el día a día nos plantea.
Espero te recuperes pronto, pero también que puedas aprovechar tu escribiendo y nosotros leyéndote :-))
ResponderEliminarun abrazo
Roberto
¡Mejórate pronto!
ResponderEliminarUn abrazo
mar
Jia Zhangke
ResponderEliminarAy Jose Luis cuídate!!
ResponderEliminarY disfruta de ese silencio a destiempo, de la calma y del transcurrir del reloj sin prisas ningunas....
Disfruta de la lectura pausada, del sonido del teclado del ordenador, de las páginas de un libro, de los aromas y los sonidos que te lleguen de fuera...
Las cosas fuera de lo normal, a veces ayudan a apreciar esa normalidad que ya no vemos.
Y si, a ver si aprendemos de una vez a tomar las respuestas positivas, a no compadecernos de nosotros mismos, y a afrontar las cosas con una actitud positiva, porque muchas veces, esa actitud trae las soluciones que no vemos cuando sólo vemos las cosas negras...
Un beso muy fuerte y lo dicho, cuidate...
Hola José Luis,
ResponderEliminarÁnimos. Siento que tengas que sufrir pero me alegro tanto de que estás sacando buen provecho de tu situación.
Tienes razón, tenemos que ser ejemplos para nuestros hijos. Ahora, más que nada, estoy explorando ese espacio que hay tan grande entre la teoría y la práctica. Sobre todo en el tema de la resiliencia, pero creo que has acertado, nuestro ejemplo es clave.
Y luego, saber comunicar sobre nuestro ejemplo, a veces, también es muy importante. Creo que es bueno que nuestros hijos sepan los inconvenientes que estamos pasando junto con las estrategias que estamos empleando para llevar bien la situación. Igual les cueste comprenderlo en este momento, pero más adelante cuando son ellos quienes están sufriendo, puede que se recuerdan.
También me gusta el libro de Victor Frankl. El autor de otro libro - Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva - también recomienda ese libro y creo que vale la pena leer los dos juntos.
Un abrazo y que te mejores cuanto antes,
Brenda
Muchas gracias amigos por vuestras animosas palabras. Como siempre, sois muy amables y sinceramente lo/os valoro y aprecio.
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