Me ha gustado mucho
Xiang ri kui (Sunflower) de Zhang Yang. Cuenta la historia de una familia a lo largo de los últimos treinta años de China. Comienza en el último año de la Revolución Cultural (1976), con el pequeño de la familia viviendo su vida con independencia sin el control paterno. Aparece el padre decidido a recuperar el tiempo perdido, a que su hijo sea lo que él no ha sido, un gran artista, un gran pintor. Las condiciones duras que el padre ha pasado en el campo de trabajo hacen que no pueda pintar y todo su deseo es proyectarse en el hijo para que sea lo que él hubiese querido ser.
El hijo se resiste a perder su independencia y en padre insiste en hacer de su hijo un artista segun a él le hubiese gustado.
Relaciones difíciles entre padres e hijos, en un Pekín que cambia a un ritmo vertiginoso. Los rascacielos que se construyen sobre los antiguos callejones son el cambio visible en esta nueva sociedad, pero también sutiles cambios en las relaciones humanas ocurren a la par.
El respeto reverencial a los padres, muy confuciano, debe compaginarse con la independencia personal .
Merece la pena verse esta película.
El tema de las relaciones padres e hijos, de las relaciones sociales, del modo de vida que el desarrollismo destruye , también aparecen en
La Ducha, para mi gusto la mejor película hasta ahora de Zhang Yang.
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