19.8.08

Caos civilizado


Esta mañana escuchaba en una tertulia de radio algo ya habitual siempre que se trata el tema de la seguridad vial. Algún tertuliano, con la aquiescencia del resto, arremete contra los límites de velocidad que se han establecido y el control de ellos mediante radares. Alguno incluso pone en cuestión los límites de alcoholemia existentes. Argumentan que lo que hay que hacer, lo verdaderamente importante es tener unas carreteras en condiciones, sin curvas y bien asfaltadas y convenientemente señalizadas. Siempre hablan y ponen de ejemplo a los alemanes, con sus coches potentes, sus buenas autopistas y su carencia de limitación de velocidad en algunas vías.
Lo que no dicen es que las sanciones al infractor de las normas en Alemania son duras y que el civismo, el respeto entre conductores y de éstos y peatones y ciclistas es alto.

Durante un mes hemos recorrido cinco mil kilómetros por carreteras francesas y españolas y puedo asegurar que tememos camino por recorrer en materia de concienciación vial. La señalización de las carreteras es buena en Francia, así como su firme y el grado de civismo es mucho mayor ( respeto a ciclistas y peatones, escasos conductores agresivos, apenas he visto niñatos con la música a tope acelerando o haciendo chirriar los frenos, …) Las sanciones en Francia por no cumplir las normas de circulación también son duras. La clave , pienso, está en la concienciación de que las vías que todos usamos deben ser seguras y para ello , lo primero es el respeto a las normas, que es una forma de respeto al otro. Hasta que esto no está claro en nosotros...
Soy usuario de bicicleta desde siempre y, ahora es más peligroso que nunca circular por ciertos lugares.
Cuando no hay civismo, respeto al otro, nada , o poco se puede hacer. Como ejemplo un caso de esta misma mañana. Circulo en mi bici normalmente, delante a unos treinta metros una señora en coche elegante de gama alta de repente se detiene en doble fila, sale, lo cierra y entra en un edificio. Me obliga a mi y a los que vienen detrás a detenernos, esperar que pasen los del sentido contrario y adelantar. A unos metros más adelante ¡decenas! de aparcamientos vacíos.

Cuando estuvimos en China, pudimos comprobar el caos en el tráfico, pero también un cierto respeto que se tenían conductores , peatones y ciclistas , era como una especie de "caos civilizado". Iban en vehículos como cuando vamos andando en una aglomeración, deteniéndose y dando paso tácitamente sin tener muy en cuenta la norma . No sé si esto es peor o mejor que habiendo normas haya muchos que se las salten, cuestionen o desprecien poniendo en peligro la vida de los demás. Pienso que, quizás la clave esté en la actitud de respeto, cuando funciona no hace falta poner la norma porque ésta la tenemos asumida, en caso contrario es necesario echar mano de ella y castigar sin miramientos a los infractores.

2 comentarios:

  1. Esto en China es todo un tema. A mi me gusta mucho vivir aquí, pero el tránsito es peligroso. Yo personalmente si tengo que viajar prefiero hacerlo en tren.
    En mi ciudad, algunos hasta transitan en auto por las veredas anchas!
    Muchas veces me pregunto que les enseñan en los cursos para aprender a conducir, e incluso, cual es el examen para obtener el carnet.
    Quizás ellos tienen sus propios código, y es solo que no los entiendo. Tocará aprender aprender rápido!
    Un fuerte abrazo desde la tierra amarilla.

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  2. Por supuesto sería maravilloso tener todas las carreteras perfectas - pero la solución inmediata tiene todo que ver con hacer que los conductores cumplen la ley.

    Viajo todos los días por una autopista de peaje. Antes de instalar un radar, la gente iba a unas velocidades tremendas.

    Durante mis vacaciones recibí una multa por correo por haber superado el límite - iba a 137 en vez de 120. Por supuesto no me gustó la multa, pero la verdad es que no me quejo.

    Ahora respeto la velocidad y noto que cada vez más personas lo hacen. Casi no se ve gente superando unos 140 por hora. Es increíble.

    Estoy agradecida.

    Y lo de las bicicletas es otra cosa. ¡Que pena que no puede permitir a mis hijas que vayan solas en bicicleta! Desgraciadamente es un deporte arriesgado que requiere supervisión de un adulta para asegurar que estén en una zona segura. Mi sobrina de 12 años en Dinamarca puede ir al colegio en bici sin problema - porque allí van todos así y las calles están pensado para incluir esa forma de transporte.

    El blog sigue estupendo, Jose Luís.

    Brenda

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