2.7.09

(No) Sentimientos hacia el país de origen

Hoy disfruto de mi segundo día de vacaciones y esta mañana me he acercado a la biblioteca pública para recoger algunos títulos para leer ahora que tengo tiempo y no tengo prisa. En el expositor de "novedades" me ha llamdo la atención un título : "Después de adoptar" .

Lo he sacado y al llegar a casa he empezado a examinarlo para decidir en que orden lo leo, que puesto ocupa en las preferencias de lectura. Tras echarle in vistazo al índice, lo he abierto por la parte final, que es la que más me interesa en este momento y he leído el capítulo titulado "Sentimientos hacia el país de origen". He decidido no leer ni un capítulo más.


Conforme lo leía me iban "chirriando" algunas de las afirmaciones que hacen sus autoras en torno al origen y los rasgos de los menores adoptados. Lo he vuelto a leer y llego a la conclusión de que sí, es cierto , los "sentimientos hacia el país de origen" son muy inportantes pero no en el sentido en el se apunta en el libro. Me da la impresión de que se quiere justificar, con argumentos poco sólidos en mi opinión, un cierto sentimiento de "indiferencia", cuando no de rechazo que muchos padres tienen hacia el país de origen de sus hijos. En un tono muy "políticamente correcto" se minimizan ciertos problemas potenciales relacionados con sus rasgos y origen, que nuestras hijas e hijos tendrán con toda seguridad en mayor o menor medida.


Transcribo algunos ejemplos que me han hecho pensar qué hay detrás, que sentimiento de fondo subyace entre las autoras del libro o los padres que hayan dado su testimonio para escribir este capítulo sobre los sentimientos hacia el país de origen :


"... En algunos casos, incluso se hace excesivo hincapié en su país de origen, su cultura de origen, su comida de origen. A veces se centra tanto en estos aspectos que se descuidan o se se deja de lado que también existe un país de destino, su familia de destino y su cultura de destino. La adopción implica la ruptura de lazos con la familia y el ambiente social de procedencia, con el objetivo de conseguir la completa integración en una nueva familia y entorno social. Su hijo es español de pleno derecho y nuestra cultura es lo suficientemente rica como para que se la transmitamos..."


"... Si al hijo se le une prrioritariamente a un país con el que no tiene vinculación emocional, ni sentimiento de arraigo, se le está dejando sin apoyos firmes sobre los que asentarse para poder sentirse seguro y poder construir su propia identidad después..."


"... Es decisión y elección de los padres adoptivos hablar a su hijo de su país de origen, o no hacerlo..."


"...Lo que debe usted prevenir es que los sentimientos de rechazo o los de aceptación lleven a que el tema del país y de la cultura de origen se conviertan en una conducta obstinada y reiterativa de su hijo, donde exista un desmedido interés por ese país, excluyendo al resto..."



Francamente, no conozco a nadie que haga "excesivo hincapié " en el país de origen ni se "unan prioritariamente" al país de origen. Sí conozco a muchos que manifiestan respeto y aprecio por la cultura de origen de sus hijas e hijos. En nuestro caso, intentamos dar ejemplo a nuestras hijas de amor por el país que las vio nacer, por su cultura , historia y gentes que lo habitan . Intentamos transmitir un sentimiento de orgullo por su origen que las haga tener una fuerte autoestima y les sirva para integrar sus rasgos distintos en nuestra sociedad que , por supuesto es la suya.

Apreciar a China no es incompatible con una plena integración en donde vivimos. En casa, por ejemplo, nos gusta la comida china y apreciamos su variedad, sabores, elaboración, etc. Cuando vamos a un restaurante chino o encargamos comida china, hacemos una fiesta de ello. Es la excepción deliciosa a nuestra dieta totalmente española como no podría ser de otro modo ( por ejemplo nos encantan los cocidos, boquerones , tortillas, paellas, salmorejo, flamenquines, ...)


Disfrutamos de las fiestas de aquí y nuestras niñas se visten de "flamenca" cuando llega la feria y se disfrazan de carnaval y cantan villancicos en Navidad, pero nos gusta también celebrar el Año Nuevo chino y reunirnos con otras familias como nosotros y compartir nuestras experiencias y pasarlo bien. ¿Es esto excesivo hincapié en la cultura de origen ?


Nos gusta la música china y es delicioso escucharla en muchos momentos, pero cuando viajamos en coche lo que se oye y que a nuestras hijas les encanta ( también a nosotros) es por ejemplo Amaral. ¿Excesivo hincapié en la cultura de origen?


Conocemos a familias que ignoran y en algún caso desprecian el origen de sus hijas. En el fondo no tienen asumida la procedencia que llevan (y llevarán toda su vida) sus hijas en la cara y su deseo secreto sería eliminar esas diferencias, esos ojos rasgados, ese pelo rizado o ese tono de piel oscura.

Muchas niñas chinas viven felices en pueblecitos de España con sus padres que las adoran , con familiares, amigos y vecinos que las quieren mucho, pero a las que nadie les ha transmitido nada, ningún sentimiento hacia la cultura de origen y en algunos casos la han minimizado o despreciado.
En mi opinión, es un error. El cariño no es suficiente.





8 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. No puedes obviar esa parte de su historia, ni mucho menos despreciar su país de origen. Al contrario, yo pienso que debe formar parte de su vida, que deben conocer un mínimo de su cultura y, por supuesto, respetarla. Me gustaría, algún día, ir a China con nuestros hijos.
    Un saludo
    Mar

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  2. Roberto, me parece mentira que aun haya gente que piense en obviar de donde vienen nuestr@s hij@s. Y que encima escriban un libro "erudito" sobre ello.

    Creerán que es mejor no darle ninguna importancia, hacer como que no existe, y que sus compañeros en el cole le pregunten y no sepa que decir, o que la llamen china y a ella en vez de enorgullecerle, le moleste, por ejemplo.

    No creo que los padres llevemos en exceso nuestra "pasión" por su país de origen, no creo que nos vayamos a cambiar el pasaporte o a hacernos budistas. Viven en España y su cultura, su comida, su idioma, sus gentes, ya las conocen diariamente, del otro lado, tenemos que encargarnos nosotros.

    saludos
    Elén

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  3. Ja ja ja te he llamado Roberto, y es que se me va la olla, perdona José Luis, upss

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  4. Anónimo2:10 p. m.

    Entiendo que el tema de la identidad racial es complejo y hay que trabajarlo con nuestras hijas. Lo que no sé es cómo hacerlo. Lo único que puedo trasmitirle a mi hija es respeto y curiosidad por su país de nacimiento. Nada sé de su cultura; por mucho que lea, coleccione videos y literatura china (cosa que hago). Mi experiencia (mi hija llegó mayor a mi familia) me ha demostrado que todo lo relacionado con China está MUCHO mejor en segunda fila y que lo más importante es trabajar otros temas como puede ser el apego-vinculación, el desgarrador sentimiento de abandono,… Claro está, que esto es más costoso y doloroso para nosotros, los padres, que celebrar el año chino (a veces olvidamos o confundimos folklore con cultura). Quizás lo que cuenten en ese libro vaya en este sentido. No lo sé.

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  5. Hola Jose Luis, estoy totalmente de acuerdo contigo, Mar y Elén. Sólo me ha hecho falta leer el primer párrafo que pones del libro, para tener claro que no me interesa leerlo.
    Creo que está escrito para calmar las conciencias de quienes niegan los orígenes de sus hijos.
    Quiero que mi hija sienta respeto y orgullo por su cultura de origen y que cuando le digan "china", para ella no sea un insulto, lo digan en el tono que lo digan.
    Quiero que cuando le pregunten sepa contestar, si quiere, porque su vida y su intimidad es suya.
    Quiero que sepa que es española de origen chino, y que tan bueno es ser de España como de China (o de cualquier otro sitio)
    Y no se me ocurre otra forma de conseguir todo esto, que interesandonos nosotros sus padres, por la cultura, el folklore ¿porqué no?, la geografía, la historia etc,... de China.
    No creo que nadie haga demasiado incapié, porque es tanto lo que desconocemos, que nunca será suficiente nuestra pasión por el país que nos ha dado lo que más queremos.
    Creo que la elección del pais de origen, es un acto de responsabilidad, mucho mayor de lo que la gente se piensa.
    A quien piense que sus hijos no son chinos, ni negros, ni sudamericanos sino españoles solamente desde que los adoptaron; les diría que no sólo son las dos cosas, sino que sus nietos lo van a seguir siendo. Los orígenes no es algo que podamos borrar de un plumazo, afortunadamente, porque sueño con ver mi casa llena de nietos chinos y vietnamitas.
    Un saludo,

    Lola

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  6. "... Si al hijo se le une prioritariamente a un país con el que no tiene vinculación emocional, ni sentimiento de arraigo, se le está dejando sin apoyos firmes sobre los que asentarse para poder sentirse seguro y poder construir su propia identidad después..."

    Precisamente es al contrario, para que pueda construir su propia identidad, no se le puede negar el pasado ni su origen, ha de tener pleno conocimiento de ellos.
    Otra cosa es lo que le puede pasar a la hija de "Anónimo", que al llegar mayor (pasa en la mayoría de los casos), renieguen de su pasado, porque les gusta más el presente, y lo dejan aparcado en un rincón de la memoria; pero algún día saldrá, porque es necesario para construir esa identidad propia.
    ¿Y cómo les vamos a negar los rasgos?; mi hija me dijo hace tiempo que ella no quería tener los ojos así, sino que como los tiene mamá. Según la teoría del libro qué hubiera tenido que hacer, ¿decirle que no pasa nada, que ha nacido así y punto?. No encuentro otra respuesta a la que le dí (no recuerdo exactamente, pero os la podéis imaginar: que es de otra raza, y todos tienen los ojos así, que son muy bonitos, y que por supuesto que a papá y mamá nos gustan mucho); desde luego que se sienta orgullosa de su raza y sus rasgos, para, como alguien ha comentado ya, sepa contestar cuando se puedan meter con ella por esos rasgos diferentes.

    Creo que un libro así no debería venderse, bueno, ni publicarse. ¿Qué tipo de revisión llevan los libros antes de su publicación?, pienso que alguien experto en el tema de dicho libro debería leerlo antes, pero no uno sólo, sino varias personas, para diferentes puntos de vista.
    Espero que obtenga pocas ventas, o si se venden muchos, que los padres no hagan mucho caso y se guíen por su instinto, que seguro que irá mucho mejor (llevamos un tiempo dejando el instinto para críar a nuestros hijos de lado, y haciendo las cosas como nos dice alguien ajeno a nosotros, que al final el beneficio sólo repecute en la sociedad consumista en que vivimos; pero éso daría para otro tema).

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  7. Pues muchas gracias por ahorrarme el dinero que cuesta el libro, vamos, no lo compro ni loca!!

    Me parece mentira que a estas alturas se publiquen estás ideas.

    Estoy totalmente de acuerdo con tus palabras, en cada una de ellas.

    Un abrazo

    xelo

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  8. Anónimo2:50 p. m.

    Yo tambien me ahorro el precio del libro...

    Supongo que las cosas hay que llevarlas con normalidad, y no renunciar nunca de lo que es cada uno, mi hija es española, nacida en china, de unos padres biologicos, y siempre tendra los rasgos que tiene, es así y hay que tratarlo con respeto. Lo de celebrar el año nuevo chino, si te apetece, pues bien, a mi no me apetece, eso si le explico que es el año nuevo chino y las diferencias con nuestras celebraciones, ni mejor ni peor, es lo que es, en casa no nos gusta la comida china, para el tema comidas somos algo especialitos, y no comemos, pero no se desprecia.

    Yo espero en 2 o 3 años viajar con nuestra hija para que conozca sus origenes.

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