21.10.08

Cine, cine, cine ...

Siempre me ha gustado mucho el cine. Cuando era un niño, todos los domingos no me perdía una sesión, sobre todo en verano, al aire libre. En mi infancia, en Córdoba existía más de una decena de cines de verano. Cada barrio tenía uno o dos.

Eran lugares mágicos donde cuando oscurecía, tras una jornada de calor intenso, y después de pagar la entrada en la taquilla y dejar atrás el portero que cortaba un trozo del ticket, uno llegaba a un espacio abierto, fresco, con el albero aún húmedo y en ocasiones con penetrante olor a celinda o jazmín.

Tomabas tu silla de anea, elegías lugar, y te sentabas a la espera del comienzo de la sesión. Tras apagarse las luces, brevemente se veía el cielo estrellado y de repente la gran pared blanca reflejaba la nueva historia animada. Yo me concentraba en ese enorme rectángulo y sólo las salamanquesas que de vez en cuando aparecían, te distraían de la historia. La película me absorbía totalmente y sólo al final, cuando las luces se encendían y mientras los títulos de crédito aún se desplazaban en el gigante rectángulo encalado, volvía a la realidad y dejaba atrás ese mundo fantástico.

Más adelante los cines de verano fueron desapareciendo como lo fue lentamente la infancia. Empezó la época de los “cineclubs”. Las películas ya no eran sólo pasarlo bien durante un tiempo absorbido por una historia más o menos interesante. Ahora se trataba de apreciar valores, intenciones de los realizadores de las películas y de contextualizarlas. Aprendías el lenguaje cinematográfico y las funciones artísticas y las pretensiones de sus autores.

Siempre el cine ha estado en mi vida. Ya no hay cines de verano como cuando era niño y las salas (de los cada vez menos cines de los que, al menos en mi ciudad, se llamaban “de invierno”) son pequeñas.

La forma de ver cine ha cambiado. Primero fue el video y los “videoclubs” y después los DVD’s y más recientemente Internet. Nada tiene la magia de esas películas en los cines de verano de mi infancia, pero ahora existe la posibilidad de ver mucho cine y de elegirlo y de disfrutar del él en la intimidad de tu hogar.

Desde que China entró en nuestras vidas y el cine chino me empezó a interesar, he visto docenas de películas de este país. Las he visto todas en mi casa, en la soledad de mi salón o concentrado en la pequeña pantalla del ordenador. He disfrutado con ellas y he aprendido mucho.

Reflexiono sobre esto porque tengo en mis manos un interesante libro editado en mi ciudad por la Filmoteca de Andalucía, cuya sede está aquí, en Córdoba, que se titula:

China siglo XXI: desafíos y dilemas de un nuevo cine independiente (1992-2007)”

Es una edición bilingüe (español-inglés) donde se da a conocer este interesante cine que a mí tanto me fascina.

Me he dado cuenta que en apenas siete u ocho años he visto casi todas las películas que se citan. Las ilustraciones (fotogramas en blanco y negro de películas de este período) las he reconocido de inmediato.

Pienso que todas estas historias, independientemente del formato, me han atrapado, seducido y acercado más al país donde han nacido mis hijas.

El libro destaca a la Sexta Generación y especialmente a Jia Zhangke y ayer mismo, casualmente vi “Useless”, un documental de este realizador que me ha gustado mucho.Como todas sus películas, tiene gran contenido social y pone de manifesto las contradicciones de la sociedad china actual. En esta ocasión es el "mundo textil", trabajadores, diseñadores y sastres (en peligro de extición) Las imágenes, la ambientación, el sonido, la luz y los silencios de los personajes y el lento movimiento de la cámara, soy muy sugerentes.

A mí particularmente , me gusta mucho este tipo de realización y me han atrapado estas historias reales que Jia cuenta. Ves una China que desaparece y va dando paso a otra nueva, diferente, en algunas cosas mejor y en otras peor o con un preocupante futuro. Los paisajes mineros de Xianxi, lo decrépitos edificios y las calles bulliciosas y decadentes, me han hecho recordar esos años de mi infancia en una España en pleno cambio y que iba dejando atrás (ahora soy consciente) tantas cosas…. Algunas afortunadamente quedaron para siempre atrás, pero otras….


2 comentarios:

  1. Anónimo9:45 a. m.

    José Luis,

    ¿Dónde consigues todas estas pelis que sueles recomendar?

    Me gustan los libros que recomiendas y me figuro que si coincidimos en libros, también lo haremos en pelis.

    Gracias y un saludo
    Adriana

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  2. Adriana, las películas las consigo a través de Internet principalmente .Otras los son a través de la Biblioteca Pública.
    también existen en Internet portales como "Amazon" o "Yesasia" donde sepueden comprar títulos de películas de China y otros lugares.
    Me alegro de que conincidamos en los gustos.
    Saludos

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