31.12.07
Visado para Shanghai
Termino el año leyendo esta nueva entrega de las investigaciones de Chen Cao, el inspector jefe de la policía de Shanghai. En esta nueva novela, el inspector poeta se ocupa de un caso de inmigración ilegal , con las "triadas" de por medio. Como en la anterior "Muerte de una Heroína Roja", la trama tiene un trasfondo en el que la corrupción política y el crimen organizado, esta vez encarnado en la mafia china, están muy presentes. El inspector se ve obligado a investigar un caso de tráfico de personas. Colabora en la investigación una mujer policía llegada de Estados Unidos. Como en la anterior entrega, Qiu Shaolong, nos muestra las contradicciones de la China emergente y lo hace de un modo crítico pero dejando siempre bien claro el pragmatismo siempre necesario, que hay que tener en una sociedad compleja pero muy rica en matices. La visión que de China hace Qiu Shaolong es más ponderada y en mi opinión más humana, más comprometida y menos visceral que la que otros hacen (" Ojos de Dragón" de Andy Oakes podría ser en mi humilde opinión un ejemplo de lo que digo. No he conseguido terminarla. De querer ser tan crítica con el régimen chino llega a simplificaciones y estereotipos muy burdos, todo muy sesgado y poco objetivo. En mi opinión de no experto, me llega a sonar casi una obra "panfletaria" anti-china.)
Como en su primera novela "Muerte de una heroína Roja", el inspector Chen Cao no para de intercalar en sus razonamientos hermosas citas literarias de los clásicos chinos. Toda una invitación para acercarse más a conocer la importante y rica cultura de este país que arranca con fuerza en el panorama internacional abriéndose y dándose a conocer como nunca en la historia.
Mañana comienza 2008, año olímpico y por ello en cierto modo el Año de China. Felicidades a todos. Mis mejores deseos.
20.12.07
Un mundo Un Sueño
Algunos trabajan en los preparativos de la cita olímpica del año próximo.
Os pongo un par de vídeos promocionales de "Beijing 2008" para disfrutar con las imágenes y la música de un pueblo que tiene muchas esperanzas puestas en este evento que esperan sea el punto de inflexión en el desarrollo y en la apertura al mundo.
16.12.07
Salvar a quien no quiere ser salvado
En El País de hoy se publica un reportaje sobre la fabricación de juguetes en China. Confieso que no me ha gustado. No porque no sea verdad lo que cuenta. La explotación laboral existe. Los abusos proliferan y es verdad que estas situaciones son denunciables, pero... las reacciones que provocan en muchas personas no son lo más deseable ¿Cuál es la alternativa realista y sobre todo justa, para la gente que los sufre? ¿Cómo vamos a "salvarlos" de la explotación? Leed los comentarios al reportaje. Muchos abogan por el boicot a los productos chinos. ¿Es esto lo que se busca? ¡Qué bien! Salvamos a millones de trabajadores explotados mandándolos de vuelta a la misera. Ahora que gracias a su trabajo tan duro y mal pagado están empezando a mandar dinero a sus pueblos y empiezan a desarrollar zonas antes sin futuro y algo de esperanza..., ahora "les ayudamos" boicoteando los productos que elaboran. Si yo fuera Wen, la protagonista del reportaje, les pediría por favor "que no me salvasen" de esta manera.
Cuando vivíamos en España el despegue económico allá por los sesenta, los sueldos eran de miseria, los abusos existían y la explotación era moneda corriente. El régimen de entonces era autoritario y los trabajadores no tenían derechos. Imaginad que nos habría pasado si nos hubieran salvado a base de boicots. Por ejemplo el turismo: "No vayáis a España. Es una dictadura. Salvad a los españoles boicoteando su emergente economía... No dejéis dinero en las zonas turísticas. No respentan el medio ambiente. Los trabajadores ganan la décima parte que vosotros. Boicot a los productos españoles, a la frutas y verduras. Presionad a vuestros gobiernos para que no encarguen barcos en los Astilleros de España, donde los trabajadores echan muchas horas por poco dinero y además la seguridad en el trabajo es poca..."
¿Salvándonos mandándonos para atrás otra vez?
Es como la guerra de Irak. Para salvar al pueblo del tirano Sadam le creamos una guerra terrible que crea horror y muerte por doquier. Pasa solucionar un problema creamos múltiples problemas...
Para "salvar" a los chinos de sus problemas les creamos más problemas... ¡Menuda salvación!
Las buenas intenciones pueden ser muy dañinas. Las soluciones a problemas globales deben ser globales y no deberíamos olvidar que la vida de mucha gente, millones de personas como tú y como yo depende de esos trabajos.
12.12.07
China y la Contaminación
Anoche en Noticias Cuatro, Iñaki Gabilondo terminó su informativo, como hace en cada programa, con una "foto para pensar". Esta vez la instantánea era sobre la contaminación en Pekín ( foto parecida a la de arriba, pero con ciclistas) y con el dato de los días en que no luce el sol en Pekín como causa de la contaminación (que son muchísimos)
Hoy me ha venido a la memoria la foto de ayer cuando he leído este magnífico análisis que sobre China y la contaminación hace Daniel Méndez en su blog "Un tren hasta Beijing". No podría ser más claro ni tener más sentido común. Es un perfecto ejercicio de buen periodismo. Gracias Daniel.
11.12.07
Jade, una niña abandonada por sus padres Holandeses.
Hoy he conocido una historia terrible que ocurrió hace más o menos un año pero que ha trascendido ahora. Un diplomático holandés destinado en Hong Kong y su esposa abandonaron a su hija de siete años (de nombre Jade) a la que habían adoptado en Corea cuando éste estaba allí destinado en el año 2000. Cuando llevaron a cabo la adopción la niña tenía cuatro meses y ahora, a cargo de los Servicios Sociales de Hong Kong, la niña que sólo habla inglés y cantonés, puede volver a Corea a un orfanato o quedar en la ciudad china. El motivo que alegan estos impresentables es ridículo: "la niña no se adapta a su cultura".
Se sospecha que tras quedar la mujer embarazada y tener dos hijas, esta pobre niña ya parece que no les encajaba. ¿Cómo habrán sido estos siete años con estos individuos?
¡Qué horror! No tengo palabras... Que se identifique a este "diplomático" y su esposa y todo el mundo sepa quienes son y de lo que son capaces de hacer. Y que todo el cariño que le puedan tener los que la tienen ahora a su cargo, les haga buscar una familia idónea que la quiera y que le borre en la medida de lo posible este trauma.
Por favor , los encargados de dar "la idoneidad" que miren con una lupa bien grande las motivaciones para adoptar.
La noticia la he leído >>>> aquí<<<<
ACTUALIZACIÓN (16-12-07)
Ya se saben más detalles de este triste caso. Se sabe la identidad del diplomático y se ha suscitado una cadena de reacciones en distintos medios.
En el blog (en inglés) Ethnically Incorrect Daughter se pueden ver dos videos de la noticia así como muchos comentarios al respecto.
Otro video de la BBC >>> aquí <<<<
9.12.07
Aprender a Pintar
Me encantaría saber pintar, pero lamentablemente, desde pequeño no fui educado en ello y así he sido consciente desde siempre de mi falta de habilidad en materia pictórica. Quizás con una adecuada formación hubiese podido pintar más o menos decentemente, al menos para mí... No lo sé.
Desearía saber pintar. Intuyo que el acto de crear un cuadro debe ser algo muy satisfactorio y además debe ser muy relajante, algo que necesito cada vez más.
Todo esto lo pienso mientras contemplo las bellas ilustraciones de un libro que tengo en mis manos y que se titula:
Manual de Pintura China, de Jane Dwight. Pasando sus páginas, dan ganas de comenzar inmediatamente a seguir los pasos que se indican para pintar todos aquellos motivos de la pintura china tan fácilmente reconocibles: bambúes, flores de ciruelo, animales, paisajes montañosos, pabellones y pagodas, ...
Se explica paso a paso, tanto los materiales necesarios (algunos quizás difíciles de encontrar) como el modo de coger el pincel. Todo va apoyado en fotografías e ilustraciones para la realización del motivo en cada una de sus fases.
Encuentro el libro muy atractivo, independientemente de si uno se atreve a ponerse a pintar o no, aunque dan muchas ganas, la verdad sea dicha. Muchas ganas, máxime en estos días atareados de fin de trimestre escolar con la vista puesta en las vacaciones de Navidad. Me seduce la idea de concentrarme en pintar...
Para relajarse un poco y relacionado con este tema, os coloco un espectacular y hermoso vídeo que probablemente ya hayáis visto: Pintura y música chinas en formato digital.
25.11.07
Animaciones gráficas
(Me encanta la parte final donde los mapas de China y Europa se miran.)
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Una reflexión de Liz Lo sobre la Tradición Cultural frente a la Revolución Cultural (el fanatismo, cuando se institucionaliza es el horror de la condición humana)
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Esta bella animación (The Cowboy's Flute) está hecha con la técnica de acuarela de colores. Es una obra clásica de la animación china realizada por Te Wei en 1963.
Por último destaco especialmente esta poética, bellísima y delicada animación (la segunda parte gracias a Carlos , que muy amablemente me he facilitado el enlace )(Sintiendo la montaña y el agua), también de Te Wei. Son bellas composiciones de acuarelas en movimiento que cuentan una historia que constituyen todo un poema visual y auditivo que es una joya y que recibió en 1989 el premio al mejor corto de animación del The Golden Rooster Awards .
17.11.07
¿Cuánto "China"?
En una ocasión, mi hija pequeña (seis años) me dijo medio en broma algo parecido a “te tienes que portar bien con nosotras si no voy a ir a China y se lo diré a mis cuidadoras”. La mayor (nueve años) en varias ocasiones, en un tono relajado y sin reproche alguno nos ha dicho “Siempre nos cuidaréis ¿verdad? Lo prometisteis cuando fuisteis a recogernos”. En nuestra cotidianidad, estas preguntas no son frecuentes. El tema de la adopción, del origen de nuestra familia, apenas sale. Tampoco sale muchas veces en nuestras conversaciones China, aunque sí nos hacen alguna que otra pregunta con motivo de una referencia en la tele, o por los estudios, o alguna curiosidad. En nuestro día a día, China no está muy presente que digamos ( yo particularmente sí tengo mi interés muy enfocado a China) Tenemos algunos elementos decorativos en la casa que permanentemente nos recuerdan nuestros vínculos con China. Vestimos a las niñas con trajes tradicionales de China (les encanta) en reuniones-aniversario con otras familias con hijas nacidas en China. Aprovechamos cada oportunidad que se nos presenta para hablar (siempre en positivo) de China. Asistimos a representaciones de danza y música chinas siempre que tenemos ocasión (pocas ocasiones, la verdad). Vamos con cierta frecuencia a restaurantes chinos, sobre todo uno cerca de casa al que les encanta ir a las niñas y donde siempre conversamos amigablemente con los propietarios. Comentamos (pero no celebramos) las fiestas tradicionales de China pero sí celebramos mucho "el día en que nos abrazamos por vez primera en China" y vemos los vídeos de esos días...
Le hemos planteado a las niñas asistir a clases de chino, pero hasta ahora sin éxito. No quieren y nosotros no queremos forzarlas en este tema.
Procuramos que la naturalidad, tanto en el tema de la adopción, como en lo relacionado con China, sea nuestra norma y que nuestra guía, el eje de nuestro comportamiento para con los orígenes de nuestras niñas sea el respeto y la transmisión del orgullo del país donde nacieron, así como que perciban la naturalidad y normalidad de nuestra familia.
Pero la duda sobre si lo estamos haciendo de modo correcto está siempre ahí.
Me viene todo esto a la cabeza porque ayer leí otro artículo de Jeff Gammage en el excelente blog de adopción que tiene el New York Times.
Se plantea Jeff más o menos estas mismas cuestiones que antes he expuesto. ¿La presencia de China es suficiente para nuestras hijas? ¿Es demasiada, o demasiada poca? ¿Tendrán algunos reproches que hacernos cuando sean adolescentes a este respecto? Jeff se plantea la validez de esta “cultura” un tanto “naif” o “de turista” (son palabras mías) ya que nosotros no somos chinos. Dice “ no tenemos China en Nueva York, pero tenemos Chinatown”...
Me ha llamado poderosamente la atención un párrafo en el que dice Jeff Gammage que una amiga china de Pekín, de visita en América le dice más o menos que eso de llevarlas a clases de danza china o comidas de la festividad de Año Nuevo Chino es una ingenuidad y de poco sirve ya que sus hijas , dice “no son chinas, son norteamericanas” Por el contrario Jeff afirma que “irónicamente” en los EE UU , se ve a sus hijas como “completamente” chinas (wholly, fully Chinese)
Aquí en España no creo que se vea a nuestras niñas “completamente chinas”, si en los rasgos claro, pero no en cultura. Más bien pienso que aquí la mayoría tiene la visión de la amiga china de Jeff.
En definitiva, no sé si este camino que seguimos es el correcto y no sé si cuando sean adolescentes nos echarán algo en cara. Su madre y yo, día a día procuramos integrar todo esto de la mejor manera que podemos y sabemos siempre de un modo natural y sin artificiosidades y con los principios de empatía y respeto por el origen y con mucho, mucho amor.
Del artículo de Jeff Gammage, me ha conmovido especialmente la reflexión que hace sobre el orfanato de sus hijas: Su hija mayor le pide ir a visitar a sus cuidadoras, dice su hija que le gustaría visitarlo “no por mí sino por ellas, se alegrarán de verme, va a ser una sorpresa”. Jeff sabe que seguramente ninguna cuidadora (dado lo poco que les pagan y el tiempo que ha pasado) estará ya allí para reconocerlas, ni tampoco se acordarían si estuviesen.
Ese deseo de su hija, enlaza con el sentimiento que mis propias hijas han expresado cuando hablan de sus cuidadoras, como he escrito al principio. Reencontrarse con ese pasado es el deseo inconsciente quizás de recomponer completamente la pieza de ese puzzle que les falta y que siempre les faltará. En su inocente imaginario, nuestras hijas se han formado un vínculo con las anónimas cuidadoras que quizás nunca existió como ellas imaginan. Esas personas, ese lugar, esos elementos de los primeros meses de sus vidas tan emotivamente significativos para ellas, ya no están, ni nunca estarán... quizás.
11.11.07
Amor Propio y Belleza
Emociona la contemplación de este video del que he sabido gracias a Susana Ortiz García que lo ha enlazado en la lista de AFAC.
Zhai Xiaowei y Ma Li perdieron sus miembros en un accidente de tráfico.
7.11.07
Una historia emotiva
Se cuenta en el New York Times de hoy una emotiva historia que reproduzco más abajo. El autor del artículo, Jeff Gammage, periodista de Filadelfia y padre de dos niñas que fueron adoptadas en China, nos cuenta como consigue entablar contacto con la persona que recogió a su hija en la calle. De sus dos hijas, la pequeña, en el informe que el CCAA (Centro Chino de Adopciones) le hace llegar cuando adopta, le revela el nombre y la profesión de la persona que entrega a su hija en el orfanato. Resulta ser un empleado del mismo, pero en realidad fue él en verdad el que la recoge y lleva al orfanato, a la que sería su casa antes de llegar a la familia norteamericana. No es un nombre que se pone para completar un informe oficial como podríamos pensar. Este hombre, Zhao Gu, es la persona que toma en sus brazos al bebé que llora desconsoladamente. Una periodista china que temporalmente está en su periódico le ayuda a contactar con esta persona y entablan una conversación donde este hombre no sólo le da detalles de esos momentos sino que se interesa vivamente por la situación actual de la niña. Los que leáis en inglés, sin duda os emocionará este relato en el que los que tenemos niñas nacidas en China nos vemos identificados y en donde los sentimientos que acompañan a la adopción y nunca se olvidan surgen otra vez y nos emocionan. Al igual que Jeff, a mi me gustaría poder agradecer a las personas que recogieron a mis hijas el haber iniciado este camino que las ha llevado hasta nosotros. Tenemos tanto y a tantos que agradecer...
Wednesday, November 7, 2007
Opinion
Finding Zhao Gu
By Jeff Gammage
At about 10 a.m. on June 19, 2003, in the western Chinese city of Wuwei, a man named Ma Guoxing was walking across town, intent on a pending business appointment.
But as he neared the Wei’an Health Center, he noticed a crowd of people at the front gate, and he interrupted his journey to go and see what had so captivated their interest.
On the ground was a newborn baby, a girl, crying loudly.
Ma Guoxing did what no one else would do: He reached down and picked up the child. Then he turned around and began to walk back the way he had come, the baby in his arms.
* * *
Before I knew there was a man named Ma Guoxing, I imagined his existence.
I wondered what he — or she — might look like, whether he was married or single, had children or not. Most of all I yearned to know the secrets that he, alone among millions in China, held within himself.
That sort of longing is common to people like me, the American parents of Chinese children. Some 62,000 kids, almost all of them girls, have been adopted into new homes in this country since the early 1990s. But where American-born children routinely have baby photos and bronzed booties, these girls have blank spots.
Abandoned by Chinese parents barred from having “extra” children, the girls arrive with no record of their family origins. The most basic information about their beginnings – day of birth, hour of birth – is usually unknown and unknowable. So the girls’ American parents long to know the next best thing — the facts of their daughter’s discovery, details beyond the generalities of date and place. They want to be able to tell their children the name of the person who found them. Whether it was on a particular bench inside a train station, or beside a certain statue outside in a park. If it was hot or cold, sunny or raining, day or night.
Yet these details often pass unrecorded, meaningless to administrators running a Chinese welfare system awash in baby girls. For instance, for my eldest daughter, Jin Yu, the official account of her discovery runs six words: Found in Guangxin Alley, Aug. 5, 2000.
That’s all. And that’s typical.
So in 2004, when my wife and I arrived in Gansu Province to adopt our second daughter, Zhao Gu, we were shocked to find two bits of tantalizing information — one a hope, the other a mystery — embedded in the paperwork.
The hope was contained in three Chinese characters: A name. Supposedly that of the man who found our child. It sounded like he worked at the local orphanage, but the translation was rough. Was he truly the person who discovered our baby? Or was he merely the worker sent to retrieve her, after she was discovered by others?
When we returned home, I wrote to officials in China, and I wished — that this man was who he appeared to be, that I could find a way to contact him, somehow pierce the walls of distance and language. That my new daughter could learn the precise circumstances of the most momentous day of her life. That against a backdrop of loss and anonymity, she could grow up knowing there was someone in her homeland who could honestly say, “I remember you.”
Two things happened that felt a lot like fate.
The first was the arrival of an official-looking letter from China. It bore no signature. It said: Yes, the man about whom you inquired, Ma Guoxing, is employed at the Wuwei Social Welfare Institute. And, no, he was not sent to recover the baby. He was the person who found her.
The second was the arrival at my newspaper of a Chinese reporter named Sunny Hu. Sunny was as bright and cheerful as her name, full of enigmatic Eastern idioms, come from the Shanghai Star to study American journalism. When I told her I had confirmed the name and workplace of the man who found my youngest child, she offered a forthright Western response: “Let’s call him up.”
* * *
We wait until night to telephone, because of the 12-hour time difference. The number I have for the orphanage is wrong. We dial again, reaching people who have no idea why we’re calling. Eventually we get through to the orphanage, and Ma Guoxing’s co-workers, who tell us he’s off. Then we reach his wife, who says he’s out. Finally we reach his daughter — who provides his cellphone number.
“It’s ringing,” Sunny says, adjusting the mouthpiece on her headset.
She begins to speak in Mandarin, then turns to me and nods — it’s him.
Sunny laughs, her voice light. I think, This is good. Ma Guoxing is not annoyed that we’ve called his personal line. He does not insist we obtain official permission to speak with him, or refer us to some faceless government functionary. He’s happy to chat.
Sunny starts into my list of my questions, saying “Oh …” and “Ah …,” listening more than talking, scribbling down every word, the how and when and where of my daughter’s discovery. I feel like I am watching the opening of a lost crypt, that buried secrets are about to be revealed. China has 1.3 billion people, but only one of them found my baby on the street, and now he is on the phone.
I hear Sunny say, “baba,” meaning, “daddy.” She hands me the headset.
I speak only English. Ma Guoxing speaks only Mandarin. But I want to hear his voice, and I want him to hear mine. I need to say the words: Thank you. Thank you for holding my baby close when she was alone, for taking her to a place where she would be safe, for helping her when I was not there to help her.
“Hello?” I say. My mouth has gone dry. “Ni hao?”
“Ni hao,” he answers.
Ma Guoxing’s voice is strong and deep.
I say, “I want to tell you how much I appreciate what you did. I want to tell you how much it means and” — and I am unable to go on.
He says something in Chinese. He must think the line has gone dead. I’m afraid he will hang up, that this man, this ghost, will slip back into the shadows.
“I am so grateful,” I manage.
“Xie xie,” Sunny whispers to me. Thank you.
“Xie xie, xie xie,” I say.
Sunny takes the phone.
Ma Guoxing says the child was swathed in a blanket. Tucked inside the wrap was a baby bottle and some formula. The girl was crying so loud! He remembers that clearly. He says the authorities tried very hard to find her Chinese parents, publicizing her discovery in the newspaper and even on radio and TV. No one came forward.
He tells us about his trek across town, how he noticed the crowd outside the clinic. He answers every question. After nearly half an hour, he has told us all he knows, and Sunny begins to say our goodbyes. But Ma Guoxing is not ready to go. Not yet. It turns out, he has long wondered about the baby he found by the gate. It has nagged at him, how he has been cut off from the story of her future — as fully as I have been blocked from the story of her past.
Now Ma Guoxing has questions of his own: Where is the girl living? Is she well? Is she healthy?
Sunny tells him: The child is well indeed. She is living in the United States, near Philadelphia, and she wants for nothing. Her parents and big sister love her very much.
Ma Guoxing says he would like photos to be sent to him. And if the child should someday travel to China, he would welcome her to visit his home. He will tell her in person about the day their lives intersected on a Wuwei street.
* * *
Ma Guoxing stepped away from the health-center gate, the newborn baby light in his arms.
He carried her to the local orphanage, where she was given a name — the surname of Wu, for the city of Wuwei, and a first name of Zhao Gu, meaning, “New beginning, beautiful girl.” She was laid down to sleep in a crib beside three other baby girls.
Almost exactly a year later, on a sunlit June morning, little Zhao Gu was bathed in a gray metal basin, then dressed in new clothes of blue. She was driven miles out of Wuwei, across central Gansu Province to the capital city of Lanzhou. A hotel elevator lifted her high to an upper-floor conference room, and there she was placed in the arms of her new parents.
If Ma Guoxing had been there, he would have recognized her cry.
(el enlace al artículo original está >>>aquí<<<)
4.11.07
Homenaje a las mujeres de China
Estos días estoy leyendo "Grandes Pechos Amplias Caderas" de Mo Yan
Es el segundo libro que leo de este escritor chino contemporáneo. Anterior mente leí "Sorgo Rojo". Recuerdo que me impresionó del libro la crueldad humana descrita así como la lucha por la supervivencia de los protagonistas de esta historia de resistencia en plena ocupación japonesa.
Ahora, en este segundo libro que leo de Mo Yan, el tema de la crueldad y barbarie humanas también está presente y sobrecogen las descripciones de situaciones donde se infringe dolor.
Me está gustando mucho el lirismo que que Mo Yan intercala en la narración de sucesos terroríficos. Encontrar belleza entre la fealdad, saber apreciarla cuando el horror lo inunda todo es algo muy difícil que Mo Yan sabe hacer. A modo de ejemplo reproduzco es estas líneas que dan inicio al capítulo nueve.
"En otoño de 1935, un día que estaba en la ribera del Río de los Dragones, cortando el cesped, Madre fue violada por un grupo de cuatro soldados armados que huía tras una derrota militar.
Cuando todo acabó, Madre miró al río y dicidió tirarse y ahogarse. Pero cuando estaba a punto de ponerse a caminar al encuentro con la muerte, vio el reflejo del hermoso cielo azul de Gaomi del Noreste sobre el agua clara. Una brisa fresca alivió la sensación de humillación que le había nacido en el pecho, así que metió las manos en el río y se echó agua en la cara para lavarse el sudor y las lágrimas , se acomodó un poco la ropa y volvió caminando hacia su casa."
Este libro es un homenaje a las mujeres de China; al trabajo, al sacrificio y al sufrimiento y al coraje de generaciones de mujeres que sólo en los últimos tiempos empieza a salir de un mundo donde lo masculino ha sido omnipotente y la mujer ha sido siempre objeto y herramienta para la construcción de un mundo centrado en el hombre, en lo masculino.
Mis hijas proceden de esa historia terrible de mujeres siempre objeto y herramienta de hombres en una sociedad absolutamente injusta y desigual. Las circunstancias (siempre tristes y quizás terribles) que han llevado a nuestras hijas hasta nosotros deben ser conocidas por los padres adoptantes. Creo que es nuestro deber. En nuestra pequeña historia familiar, las madres biológicas de nuestras hijas, quizás fueron las primeras víctimas de ese mundo de tradiciones ancestrales, prejuicios sociales y presiones familiares. La felicidad de nuestras familias aquí y ahora tiene un origen triste que, en la medida de lo posible debemos conocer, asumir y llegado el momento si así nos lo es demandado, compartir con nuestras hijas. Obviar esto además de injusto, es un error.
26.10.07
Agresiones racistas
A estas alturas todo el mundo ha podido ver la terrible agresión racista de un indeseable hacia una joven indefensa. Esa patada me ha hecho mucho daño y confieso que ha herido mi sensibilidad profundamente. Esa joven podría ser una de mis hijas. Tener rasgos diferentes a los de la mayoría puede ser motivo suficiente para que un ser como el agresor de esta ecuatoriana la emprenda a golpes. La sociedad debe reaccionar y no colocarse de perfil ante estas agresiones que no son una simple falta como nos quieren hacer ver. Parece que no hay un parte de lesiones ni un informe psicológico para que este juez decida ser contundente con el agresor. Para este juez, la contemplación de las imágenes no es suficiente, no es un atestado lo suficientemente claro y definido para ver no sólo agresividad brutal y gratuita, sino abuso y racismo. Parece que este juez es muy "competente" y "responsable" en la aplicación de la ley y en amparar los derechos del agresor, pero poco sensible con la víctima, que (y ahí está la clave) somos todos. A todos nos ha agredido y no acepto tanto celo garantista con el agresor para no aplicar el espíritu de la ley que sostiene como agravante el racismo. No me creo que no exista una interpretación de la ley que permita , al menos durante unos días mandar a este "homínido" a la carcel. No es cuestión de venganza, sino de justicia.
La paz no se construye "entendiendo" al violento y "justificando" las causas, los orígenes de su comportamiento agresivo ( de hecho todo acto violento, analizado hasta el final puede ser entendido), se construye defendiendo a las víctimas primero, castigando al agresor después y por último luchando para que las causas de esta violencia no se vuelvan a producir. En ese orden.
Tolerar la violencia, entenderla, pretender justificarla es el germen de más violencia. Así no se construye la paz. Se construye siendo contundente con los comportamientos antisociales, al principio, cuando aún hay tiempo.
21.10.07
Shanghai tierra de promisión
Hoy he terminado la lectura de "El amante de Shangai", de Michele Kahn.
Cuenta una historia, para mí desconocida hasta este momento, que es la de los judíos que se vieron forzados a emigrar a China (concretamente a la por entonces ""internacional" Shanghai) tras la llegada de Hitler al poder y la consiguiente represión de este grupo humano que, por cierto, sufrió como nadie la intolerancia, la miseria y la indiferencia de una sociedad que miró para otro sitio cuando comenzó el horror. Horror hacia unas gentes inocentes como lo son todas las víctimas de la discriminación social.
China es fondo escénico de las complejas y a veces difíciles relaciones entre estos refugiados que intenta sobrevivir. China y los chinos son personajes secundarios. Sólo son el marco donde interactúan estas personas refugiadas procedentes de Europa. Cuando se nombra a los chinos es casi siempre, para hablar de miseria, prostitución, opio, juego, mafias... Si yo fuese chino me sentiría algo molesto por el tratamiento que se da a los habitantes de Shanghai. He echado en falta en esta novela más protagonismo de los chinos en general y de lo positivo de este pueblo en particular . Yo no soy crítico literario, sino un simple lector así que mis juicios son los que son y tienen el valor que tienen. Por eso me atrevo a decir que es una novela entretenida, con ritmo (a veces demasiado ya que en una página se puede pasar de un suceso a otro mucho más alejado en el tiempo sin continuidad apenas) y donde la autora echa mano de muchos tópicos y lugares comunes sobre China que supongo sirven para asegurar un cierto éxito editorial.
Son interesantes las historias y parece un enorme trabajo de investigación y recopilación de situaciones terribles y conmovedoras muchas de ellas, pero no parece una novela hecha con el corazón. No sé. Es una apreciación muy personal.
Shanghai, ciudad internacional, cosmopolita y escaparate de China al mundo en el pasado y en la actualidad.
Hoy mismo he leído como la China en desarrollo es foco de atracción cada vez más en nuestros días de emigrantes que buscan el futuro mejor no en occidente como hasta ahora, sino en oriente. En este artículo (en inglés) de washingtonpost.com se cuenta como algunos emigrantes buscan en China aparte del bienestar familiar y progreso económico, la tolerancia religiosa y la casi nula hostilidad hacia el extranjero (sobre todo los de procedencia islámica)
11.10.07
Apasionados por China
China entró en nuestras vidas hace ya más de una docena de años. Lo hizo lentamente. Primero era el lugar donde nuestras hijas nacerían y poco más. Muchos tópicos y mucha, mucha ignorancia teníamos sobre China y sus gentes. Con el tiempo hemos ido conociendo más y más de este interesante país que dio la vida a nuestras hijas y al que siempre estaremos agradecidos. Progesivamente, las noticias, los libros, el cine, la música y la cultura china en general empezaron a interesarnos y nos dimos cuenta que cualquier cosa que hacía referencia a China captaba nuestra atención. Llegó un momento en que al notar que en mi entorno apenas había quien se interesase por lo mismo que yo, sentí la necesidad de buscar al menos a alguien que con interés "escuchase" lo que quería decir (ese "alguien" sois vosotros amables lectores). Pocas eran las ocasiones en las que podía compartir con alguien, fuera de nuestra familia, ese interés, así que hace dos años se me ocurrió hacerlo a través de Internet y nació esta bitácora que titulé “Pasión por China” sin pensarlo mucho. Una vez creado el blog, caí en la cuenta que era un título quizás algo exagerado, pero transcurridos dos años noto que ese interés por el país que nos ha dado lo más importante de nuestras vidas va en aumento y aparte de otras muchas cosas que gustan y me interesan intensamente, China cada día cobra más y más protagonismo y espacio en mis gustos y en mi visión de las cosas.
Hoy he escuchado en Onda Cero una entrevista que Julia Otero ha hecho a Marcelo Muñoz sobre el libro que acaba de publicar, titulado “El Enigma Chino”. Para variar, todo lo hablado ha sido en positivo. Este empresario extremeño, pionero de las relaciones comerciales de España con China y conocedor de este país desde hace treinta años, ha sido capaz de transmitir una pasión muy sentida por China. Por sus palabras se desprende, independientemente de cómo sea el libro que aún no he leído pero que sin duda leeré, que siente aprecio, amor y pasión por China. Es reconfortante escuchar algo bueno de China, país tan denostado en los ultimos tiempos y del que sólo se saben tópicos y mucho mucho desconocimiento como a mí me ocurría hace más de una docena de años. Experimento en mi mismo que el conocimiento de los otros, el acercamiento a lo distinto te lleva a la curiosidad primero, después la fascinación y por último el aprecio.
Lástima que “los Marcelo Muñoz”, los que conocen y aprecian a China, no tengan tanto eco en los medios de comunicación como aquellos que ignoran, temen o simplemente desprecian a este fascinante país. Yo soy un aprendiz de apasionado por China y ese cariño por el país nativo de mis hijas va en aumento y nunca se detendrá.
1.10.07
Educación y Sentido Común
Hace tiempo también emití mi particular desahogo sobre algo que me es muy cercano puesto que es esencia de mi trabajo de padre y mi profesión de maestro,: la escuela y su relación con la sociedad. Hoy día primero de octubre , aparte del Día Nacional de China ;-), es el día primero de la "normalidad horaria" del presente curso escolar. Es un buen momento para compartir con vosotros las inteligentes reflexiones, llenas de sentido común del Juez de Menores de Granada Emilio Calatayud (un vídeo en dos partes del que he sabido gracias a mi amiga Lourdes). A todos los que somos maestros, padres o aspirantes a serlo nos viene de maravilla, en mi humilde opinión, este desahogo franco, lúcido y diáfano de alguien que conoce de primera mano las nefastas consecuencias para la sociedad de la mala educación, o lo que es peor la FALTA de educación. Educar es labor de todos y construir la convivencia pasa por aplicar una serie de principios elementales de respeto y compromiso por parte de todo el mundo que desafortunadamente se han perdido pero que es deber de todos recuperar.
El juez Emilio Calatayud desmiente el tópico que se dice en Andalucía de que los "granaínos tienen mala follá". Tiene un excelente sentido de humor y lo principal "sentido común, que buena falta nos hace a todos.
29.9.07
Wayne Wang gana la Concha de Oro
En este vídeo de presentación de su película en el festival, Wayne Wang reflexiona sobre su cine y sobre su visión de las cosas. Se declara más norteamericano que chino y un poco "extraterrestre" , como el protagonista de su película. El ritmo vertiginoso de las películas actuales no le gusta. Cine donde los personajes no tienen apenas tiempo para respirar...es algo que no va con él. Critica el cine actual de Zhang Yimou en contraste con su primera época y también critica la censura china y la voluntad de las autoridades por ocultar (sobre todo ante el pueblo chino) aquellas cosas que no les gustan. Cita como ejemplo de esto el fenómeno de la inmigración de miles de trabajadores en gigantescas construcciones para los próximos Juegos Olímpicos y que viven y trabajan en unas terribles condiciones.
"Intento buscar mi alma china" declara Wayne Wang en esta entrevista en El País.
26.9.07
¿Se puede elegir la identidad?
El segundo lleva por título "Chino" y es un falso ducumental relizado por Rogelio Sastre, donde con ironía, también se reflexiona sobre lo mismo . ¿Podemos elegir nuestra identidad?
Dijo Confucio : "Entristécete, no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres"
24.9.07
China en el 55 Festival Internacional de Cine de San Sebastián
Son en esta edición tres las películas "chinas" que se proyectarán en la 55 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián:
A Thousand Years of Good Prayers en la Sección Oficial, Soul Carriage en la sección de Nuevos Directores y The Princess of Nebraska en la Sección Especiales Zabaltegui.
Por los enlaces podréis leer información detallada sobre las mismas. Solo comentaré tres cositas:
-Wayne Wang (director de A Thounsand Years of Good Prayers y The Princess of Nebraska)
dirigió El Club de la Buena Estrella, una de las primeras películas "chinas" que yo vi y que me encantó. Por aquel entonces no tenía la mas remota idea de lo que este país iba a suponer en mi vida.
-Soul Carriage tiene muchas similitudes en el núcleo argumental con Getting Home, de Zhang Yang de la que hice algunos comentarios hace unos meses.
- The Princess of Nebraska y A Thounsand Years of Good Prayers se basan en el libro Los Buenos Deseos de Yiyun Li
17.9.07
China Forever !
15.9.07
Visita al país de origen
La percepción del tiempo que vivo ahora es de que éste pasa muy deprisa. Cuando echo la vista a atrás, por un lado me parece que fue hace muy poco que iniciamos todo el proceso de formar una familia mediante la adopción. Recuerdo todos los hechos más importantes con mucha nitidez, como si hubiesen ocurrido ayer mismo, pero si miro el calendario (y me miro al espejo) veo que ya va pasando mucho tiempo. También cuando miro a mis hijas veo ese vertiginoso paso de los años. Casi sin darme cuenta ha llegado el momento en el que mi hija mayor está a un pasito de la pre-adolescencia. Desde el comienzo he sido de la opinión de que hacer un viaje a China antes de la adolescencia es algo muy importante para el futuro emocional de nuestras hijas, para la construcción sana de su identidad. Ese tiempo , ese viaje que yo tanto deseo, está cada vez más cerca y debemos empezar a prepararnos.
Sigo con atención la evolución de las familias norteamericanas con hijas nacidas en China que nos han precedido y observo como desde hace un par de años han comenzado los viajes de familias a visitar sus lugares de nacimiento y en algunas ocasiones los orfanatos.
Todas estas experiencias parecen muy positivas .
Pongo a continuación el enlace de este video: Zhang Empresses, de uno de estos viajes (del que he sabido a través del blog amigo Perhaps Paloma). Son sólo los diez primeros minutos de un reportaje de cuarenta y cinco y en él se observa como las niñas (que desde siempre se conocen pues sus padres, como hacemos aquí en España muchas familias, se reúnen una vez al año desde distintos lugares de Suecia) disfrutan de hacer el viaje juntas. Muestran su alegría de no sentirse diferentes en el paisaje humano como les ocurre en Suecia.
También he leído en washingtonpost.com este reportaje (con un breve video) de un viaje de varias familias norteamericanas realizado el verano pasado. Impresiona el dato de que la ciudad (Changzhou) que recorrieron allá por 1995 tenía 700.000 habitantes, ahora tiene casi cuatro millones. Es esperanzador el saber que cada año, diez familias chinas adoptan en el orfanato y sobre todo el dato que da un policía de que cada año sólo una o dos niñas son dejadas a la puerta de la comisaría.
En el reportaje también se destaca que de las cinco familias, sólo una cumpliría los requisitos que actualmente pone china para las adopciones por parte de extranjeros.
13.9.07
Occidente - Oriente en viñetas
(vida cotiniana de un anciano)
En el interesante blog "Aprende Chino Hoy" se pueden contemplar una serie de imágenes de la joven diseñadora china Liu Yang que en mi opinión y con gran acierto, contrapone las culturas alemana y china mediante una serie de viñetas con fondo azul (Alemania) y rojo (China). Mediante la contemplación de unos sencillos trazos podemos reflexionar sobre el modo de ser occidental y oriental.
(actitud ante lo nuevo)
12.9.07
Ofensiva parodia de las adopciones en China
9.9.07
Ang Lee gana el León de Oro en Mostra de Venecia 2007
Ang Lee ha vuelto a ganar el máximo galardón de La Mostra de Venecia de este año 2007. El premio le ha sido otorgado por un jurado presidido por su compatriota Zhang Yimou.
Destacan los cronistas el ritmo poético y la fuerza narrativa de una historia de amor con pasión absoluta. La película, según cuentan, tiene escenas de sexo que, mucho me temo, provocarán con toda seguridad la censura en China.
Mujer y Sufrimiento
("El Abanico de Seda" (p.116) Lisa See. Editorial Salamandra
Familia:
Hoy cojo un pincel y mi corazón vuela hasta mi hogar.
Escribo a mi familia: saludos a mis queridos padres, a mi tía y a mi tío.
Cuando pienso en el pasado no puedo reprimir las lágrimas.
Todavía me entristece haber dejado mi hogar.
Mi hijo está a punto de nacer y paso mucho calor.
Mis suegros son despreciables.
Hago todas las labores domésticas.
Con este calor no se puede vivir.
Hermana, prima, cuidad de nuestros padres.
La única esperanza de las mujeres es que nuestros padres vivan muchos años.
Así siempre tendremos un lugar al que regresar y donde pasar las fiestas.
En nuestra casa natal siempre habrá gente que nos quiere.
Por favor, sed buenas con nuestros padres.
Vuestra hija, hermana y prima.
A Luo Cuifen de treinta y un años le han descubierto veintitrés agujas alojadas en su cuerpo, algunas de ellas en órganos vitales y que ponen en grave riesgo su vida. Es la terrible herencia que le dejaron unos abuelos obsesionados con un nieto varón y que descargaron toda su frustración en su nieta recién nacida.
La lectura de este horrible suceso me ha hecho recordar inmediatamente el pasaje que encabeza este "post" y que está extraído del libro que actualmente estoy leyendo: El Abanico de Seda, de Lisa See. En esta interesante novela, las protagonistas hermanadas de por vida, conocen un código de comunicación transmitido de generación en generación y que los hombres ignoran: el Nu Shu .Es un lenguaje al que los hombres no tienen acceso y por ello es la forma de comunicación entre mujeres que sirve de válvula de escape, de desahogo, a las frustraciones y angustias, y soporte a las esperanzas y deseos de unas mujeres resignadas a vivir cumpliendo las reglas de una sociedad injusta y en ocasiones muy cruel que, en nombre de unas costumbres felizmente desaparecidas, las sometían a humillaciones permanentes y torturas increíbles como era el vendado de pies. En esta novela, conmociona el capítulo dedicado a esta práctica. Es horrible pensar en el sufrimiento de unas niñas que empiezan a dejar la infancia con una tortura que su propia familia le infringe. Ser una "atractiva mujer", lo suficientemente "femenina" para poder casarse y engendrar un varón era el principal, si no el único objetivo que movía a las familias en aquel tiempo.
Nuestras hijas probablemente (nunca lo sabremos con certeza) son el último capítulo de una historia, de una época, que parece que felizmente va quedando atrás. Escribí en una ocasión sobre la condición de mujer en la China rural a propósito de una noticia sobre el elevado índice de suicidios de mujeres en China. La convivencia no deseada con suegros, maridos y hermanos; y la presión y el desprecio que a veces éstos sienten hacia estas mujeres, provocan historias terribles como esta. Sucesos como el ocurrido a Luo Cuifen nos trae a la memoria lo que no deseamos recordar pero no debemos olvidar.
1.9.07
Mirar a China con otros ojos
Reproduzco más abajo un artículo que Rafael Poch, corresponsal de La Vanguardia en Pekín escribió hace casi cuatro años, pero que está en plena vigencia. Es el desahogo razonado de alguien harto de tener que escuchar siempre lo mismo por parte de personas poco informadas (políticos, periodistas, ...) sobre un país que conoce y aprecia pero del que se da una imagen intencionadamente parcial y a veces llena de sectarismo. No hay día en que los distintos medios de comunicación no se hagan eco de noticias negativas de China. Estoy empezando a estar molesto por la insistencia de periodistas, políticos , tertulianos y demás opinantes, en hacernos ver siempre "la amenaza" de China para nuestra economía, nuestra salud e incluso para nuestra "ética democrática". Sin minimizar ni dejar de criticar y condenar lo que es "de cajón", faltaría más, ya me cansa un poco tanto resaltar los aspectos más feos de la sociedad China. Cuando no es que nos van a dejar sin jamón ibérico, es el plomo en la pintura de los juguetes , la pasta de dientes contaminada, la explotación laboral y los bajos salarios, la censura en Internet, la represión a los disidentes, la contaminación de los ríos, la corrupción, los escupitajos por las calles,... siempre el cristal negro para echar la mirada sobre China.
RAFAEL POCH | 13/01/2004 - 08:23 horas
- El periodista que en su redacción occidental tiende a ser conformista, apologético y obediente, puede ser ¿crítico¿, ¿rebelde¿ y extremadamente sectario hacia China y hacia el mundo en desarrollo en general. Si en su redacción central tiende a enfatizar lo positivo y agradable hacia su propio país, en China suele denunciar y destacar lo negativo y deleznable. De hecho se le paga porque así sea, y eso es lo que se espera de él si quiere hacer carrera. Es decir: la crítica sectaria hacia China suele ser ortodoxia en los medios occidentales. Es la otra cara de la misma disciplina conformista.
- Derechos humanos. Hay que distinguir siempre entre ¿derechos humanos¿ y la ¿política de derechos humanos¿, es decir; la utilización política, discriminada y selectiva, de los mismos. La misma lógica de esa ¿política de derechos humanos¿ que llevó en los ochenta a ¿The New York Times¿ a denunciar en editoriales y artículos de portada el asesinato, a manos de policías incontrolados, de un sacerdote en Polonia, el Padre Popieuzko, mientras se marginaba a pequeñas columnas en el interior del diario el asesinato del obispo primado del Salvador, Monseñor Romero, y de decenas de sacerdotes y monjas católicos, en aquella misma década, esa misma lógica, preside hoy la información sobre China. La virulencia es mucho menor, pero la lógica es la misma. Podemos preguntarnos qué habría pasado si la eliminación física, este año, de 2.400 camellos y pequeños narcotraficantes callejeros en 10 meses en una operación limpieza propiciada por el gobierno, se hubiera producido en China y no en Tailandia. Es un escenario plausible para China que en el caso de Tailandia no ha dado lugar a escándalo. Con China habría sido escándalo. La actitud de toda una serie de antiguas o modernas potencias occidentales pontificando sobre derechos humanos en China, es algo particularmente picante allí. Algunas de esas potencias llegaron a China en el XIX como narcotraficantes, condenando a la drogadicción a unos 150 millones de chinos, y tuvieron un gran papel en la crucifixión del país. Y aun no han pedido perdón... Sospecho que estas cosas pesan en la percepción china, de la critica sobre derechos humanos que reciben.
- Abusos laborales. Este año el premio americano ¿Livingston¿ se ha concedido a un corresponsal del ¿Washington Post¿ en Pekín. Diez mil dólares por su descripción de los ¿abusos laborales¿ en China. Merece todos mis respetos, pero aquí lo curioso es recordar que en Occidente la denuncia del abuso laboral raramente es objeto de premio periodístico. Que al ¿Washington Post¿, al ¿Wall Street Journal¿ -como a cualquier diario español- le trae bastante sin cuidado la suerte de los obreros y parados en su propio país, incluso en el mundo en general, un tema que nunca está de moda con administraciones conservadoras o ultras. En China los obreros, su salud, seguridad social, sus sindicatos y hasta la presión arterial de sus ancianas madres, como quien dice, les importa a todos ellos. En China todos los medios son ¿laboristas¿, como eran ¿disidentes¿ en la URSS de los setenta y ochenta, cuando los abusos de la tiranía soviética eran el primer objeto de la denuncia mediática, pese a que su realidad iba claramente por detrás de los de Centroamérica o América del Sur. En aquellos patios traseros occidentales, los disidentes no eran enviados a los campos de Mordovia, sino que eran directamente torturados, desaparecidos y descuartizados por regímenes subsidiarios del imperio, que daba, y sigue dando, lecciones de moralidad.
- Al hablar de China, la publicística occidental omite, frecuentemente, aspectos importantes del panorama en un país en desarrollo que no son actuales en una sociedad desarrollada. Una información que busque la calidad, debería referirse a la totalidad del panorama, de lo contrario lo caricaturiza. Por ejemplo;
- En la situación del Sida, no todo se reduce a los escándalos de transfusión en Henan, a la negativa de atención medica por prejuicios o discriminación económica. En China no solo hay corrupción. A diferencia de Rusia, también hay ¿lucha contra la corrupción¿. No sólo hay prejuicios culturales mojigatos. También hay campaña y esfuerzo institucional contra esos prejuicios. En Yunan, por ejemplo, se ha hecho un buen trabajo de prevención y asistencia que está bien documentado por ONGs occidentales. Desde que el Secretario General de la ONU dio una reprimenda sobre el horizonte del Sida en China, la actitud oficial ha cambiado radicalmente. Pero de ello no se habla, o se habla poco.
- Lo mismo se puede decir sobre la crisis del Sars. Hubo muchas más cosas, aparte de la ocultación de información inicial. La idea de que todo aquello ocurría en un estado burocrático, fue completamente despreciada del informe. La movilización popular contra el Sars, frecuentemente ridiculizada como ¿campaña maoísta¿, fue ejemplar y eficaz para un país ¿embarazado¿.
- En un plano más general; la opción de los dirigentes chinos de priorizar el desarrollo y la estabilidad sobre la democratización y la reforma política, merece ser tomada en consideración. Observada desde Rusia, otro país en desarrollo, esa opción presenta una gran racionalidad interna y a medio plazo puede resultar en una democratización más genuina. En Moscú ya hay una discusión sobre el asunto. Algunos, como Solzhenitsyn, dicen que la democracia rusa (con parlamento decorativo, instituciones débiles y desprestigiadas que restan gobernabilidad a la transformación, y sin la rotación en el poder que sí se ha producido en Bielorrusia, Ucrania y Mongolia, por ejemplo), solo será autentica si se construye desde la base. Los chinos parecen estar haciendo algo así, gradualmente y sin prisas. Las elecciones locales en Pekín han sido una muestra del progreso de una imperfecta democracia directa a nivel local, que afecta a 900 millones de chinos en más de 600.000 localidades de todo el país, un dato enorme y casi siempre marginado o despreciado por irrelevante en los medios. Repetir que ¿no hay reforma política¿ y perder de vista este tipo de procesos es, sencillamente, imperdonable. La hipótesis de que una ¿democratización ya¿ -como la que parecen abogar muchas informaciones occidentales- degeneraría en una especie de ¿revolución cultural¿ , merece ser tenida en cuenta en un país como China... En términos generales; ni la pena de muerte, ni la censura de Internet, ni el cierre de periódicos, ni la brutalidad que la vida tiene necesariamente en un país en el que el 80% de la población todavía vive en condiciones de subdesarrollo, impiden constatar que el vector de la democracia la libertad de prensa y los derechos humanos, avanza más que retrocede en China (aunque un aspecto esencial de la democracia olvidado en Occidente, la igualdad y la nivelación social, están retrocediendo manifiestamente en China). Naturalmente que los dirigentes chinos utilizan este argumento propagandísticamente. Pero eso cambia poco el asunto: lo mismo ocurre con la utilización política de los derechos humanos: es real y al mismo tiempo no impide que los abusos y atropellos sean verdaderamente graves y serios. La lista podría prolongarse mucho, con excursiones a la política exterior, el comercio de niños y mujeres, y tantos otros aspectos, pero creo que la idea del aspecto grotesco que presenta frecuentemente nuestra información ya ha quedado clara. Que a los chinos no les resulte convincente y que tomen medidas para protegerse de la ¿información¿ que se deriva de tales actitudes, es comprensible. Recapitulando, diremos que en términos históricos, el progreso está siendo bastante rápido. A las sociedades que hoy tienen rentas altas y una población sumada de alrededor de 1000 millones, les costó 200 años acceder a la prosperidad y la democracia. Fue un proceso largo y sangriento, plagado de miseria, matanzas, trabajo infantil, prostitución, abusos y crudos pulsos sociales. El ¿embarazo¿ de China está siendo mucho más rápido y cada vez menos infeliz. El precio humano pagado ha sido alto, pero los resultados de este medio siglo también han sido muy espectaculares y si siguen al ritmo actual, puede que dentro de 50 años, 1600 millones de seres humanos alcancen estándares de bienestar, en solo 100 años, algo que infunde respeto. Cederle el asiento a la embarazada no es disminuir la crítica. Al contrario; es hacerla más seria y eficaz, desmarcarla de la propaganda, apostar por un diálogo firme y respetuoso en todas esas cuestiones. Me alegra constatar que los documentos de la Unión Europea comienzan a ir en esa línea. Y estoy seguro de que los amigos chinos agradecerán ese diálogo.
28.8.07
Padres e Hijas
Es sabido que los chinos no son muy dados a las muestras de afecto, sobre todo en público. A los anglosajones les pasa un poco de lo mismo. He leído este verano "Viento del Sur" , novela autobiográfica de Ian Gibson y en ella el protagonista, educado en una familia protestante metodista se sorprende y envidia en cierta forma la manera de relacionarse de las familias de cultura católica, especialmente de las familias españolas, donde las muestras de afecto en público son constantes y muy abiertas. Los españoles somos muy tocones y besucones y los besos, abrazos y achuchones varios son de lo más corriente. Me viene todo esto a la cabeza ahora como consecuencia de la lectura de los comentarios hechos en algunas páginas de Estados Unidos a propósito del trabajo de un fotógrafo que muestra niñas chinas con sus padres adoptivos. ¿Es la diferencia cultural tan grande que donde yo sólo veo padres e hijas retratados con más o menos fortuna otros ven más cosas? Estoy un poco sorprendido y confundido. ¿Será que soy muy ingenuo? He sabido de la existencia de estas fotos a traves de la web Adopted, the Movie. Algunas de las fotografías, en mi opinión, no son muy buenas y si lo que el artista quiere transmitir es el afecto entre hijas y padres no lo consigue en absoluto. En los propósitos del porqué de la serie el fotógrafo habla de algo así como si esa inocencia que estas niñas muestran se mantendrá conforme vayan madurando... Por la forma en que el fotógrafo hace posar a los padres e hijas; la rigidez corporal en algunos casos; el entorno; la expresión de los rostros, etc , me da la impresión que sabiendo la reacción que en ambientes ajenos a la adopción y en algunas personas con prejuicios podrían tener estas fotos, utiliza a estas familias con unos objetivos no del todo diáfanos y se sirve de ellas para provocar una reacción, que creo aquí en España no sería la misma, por lo que he apuntado al principio. De todos modos, las fotos, sabiendo el contexto (padres e hijas) no son en mi opinión en absoluto ofensivas , ni molestas ( a lo mejor yo soy excesivamente inocente) como a muchos norteamericanos les resultan. No me molesta ni perturba en absoluto ver a unos padres con sus hijas posando con más o menos fortuna en unas fotos no muy buenas en mi modesta opinión. Las cosas nunca hay que sacarlas de quicio. Pienso que pensarían todas estas personas que en exceso de escandalizan si nos viesen a toda la familia, un domingo cualquiera por la mañana, en la cama, riéndonos y haciéndonos cosquillas, o cuando abrazamos y besamos a nuestras hijas cada día. Ignoro si los anglosajones hacen algo parecido pero me sorprende mucho la reacción de escándalo, poco menos que de apología de pedofilia, por unas fotos que , a mí particularmente no me gustan pero que no van más allá.
27.8.07
The Sun Also Rises
En los últimos quince años no hay festival internacional de cine que se precie que no lleve a concurso en alguna de sus secciones una película "Made in China". Es una lástima que muchas de estas películas no lleguen a nuestras carteleras, o si lo hacen es con un notable retraso como es el caso de Still Life, que ahora es estrenada en España cuando su presentación internacional fue hace ahora un año en el Festival de Venecia de 2006, donde ganó el León de Oro.
Ahora se presenta también en Venecia la tercera película como director del, quizás, más conocido actor chino: Jiang Wen.
La película tiene como título internacional "The Sun Also Rises". Desconozco como será, pero es indudable que estéticamente, nada más ver los "trailers" y fotografías , debe ser una gozada. Parece ser que cuenta la historia de una mujer, protagonizada por la elegante actriz Joan Chen a lo largo de casi medio siglo, desde 1950 a 1990.
Veremos que tal le va en proximo festival veneciano y cuándo la podremos ver en nuestras salas.
(como continuación del último "post" diré que he visto la versión cinematografica de Pabellón de Mujeres y aunque la película no está mal, no tiene nada que ver con la novela de Pearl Buck)
y no deseas que sea usada aquí,
notifícamelo y la retiraré