Llueve con persistencia. El cielo plomizo continuamente descarga lluvia e invita a contemplar el día desde el confort de casa y a través de la ventana. Deleitándome con la música de fondo que Akira Kesomura interpreta al piano con acordes minimalistas y de ritmo lento, pienso en muchas cosas. Tantas reflexiones acuden a mi mente que es imposible expresar en pocas líneas. La preocupación y la indignación por la situación sociopolítica, que permanentemente parece haberse instalado en mí, deja paso momentáneamente al recuerdo del pasado fin de semana, magnífico y feliz donde los haya, cuando un grupo de amigos con nuestras hijas nos reunimos, como cada año por estas fechas (y afortunadamente ya van siendo muchos ) y conmemoramos el viaje de nuestras vidas.
Repasando las fotos de nuestras hijas en sus cochecitos y nuestros rostros felices (y más jóvenes) charlamos del tiempo transcurrido. De la transformación increíble de esos bebes de antes en jovencísimas promesas de la vida.
A la par que nuestro pelo encanece, nuestro rostro se llena de arrugas y nuestra agilidad mengua, nuestras hijas resplandecen con sonrisas luminosas y miradas radiantes.
Dentro de unos años tomarán el testigo de nuestras vidas y ellas serán las hacedoras de su tiempo. El control que sobre ellas ejercemos desaparecerá y tomarán completamente las riendas de su existencia. Así debe ser. Es el milagro y la grandeza de la vida.
Me viene a la mente lo que decía mi admirado Carl Sagan en su libro “El mundo y sus demonios” a propósito de esta sensación, de este sentimiento :
"... cuando conocemos nuestro lugar en una inmensidad de años luz y en el paso de las eras, cuando captamos la complicación, belleza y sutileza de la vida, la elevación de este sentimiento, la sensación combinada de regocijo y humildad, es sin duda espiritual. Así son nuestras emociones en presencia del gran arte, la música, la literatura ..."
La contemplación de nuestras hijas, la charla animada con nuestros amigo y mirar la lluvia en esta tarde de sábado con la música de fondo, son, entre otras muchas cosas la energía que nos mueve y que mueve de una forma positiva nuestra existencia.
Sigue lloviendo con persistencia. Mañana saldrá el sol.
Jolín José Luis, qué preciosidad de post, de vídeo, de música y qué lagrimones :-)
ResponderEliminarGracias por regalarnos esta conjunción de cosas. Me siento mucho más rico, y de lo que realmente cuenta!!!
abrazos
Roberto
Estoy viendo por el minuto 1 y...no puedo aguantar las lágrimas...y estoy en el trabajo...esperaré a verlo en casa, junto al padre de mis dos criaturas de ojos almendrados...Gracias por todo...por...la lluvia...hoy ha salido el sol, efectivamente...un abrazo...
ResponderEliminarhttp://hongmihijo.blogspot.com.es/
Muy bonito. Emotivo, sentimental...y ley de vida.
ResponderEliminarSeguro que os gustará un comic de Paco Roca que se llama "Arrugas". Precioso, también han hech una película de animación.
Gracias
Pepe Roqués
Gracias Roberto (es un honor la mención que haces de este post en tu blog) Me alegra que te ayude a sentir "más rico".
ResponderEliminarGracias Mei. Siempre "sale el sol" Compartir las emociones nos humaniza.
Gracias Pepe por el enlace. Lo miraré con atención.