Por recomendación de mi amiga Begoña he visto la película japonesa
"La Balada de Narayama". Ella y su familia nos visitaron el mismo día que una tragedia más, esta vez terrible, se cebó con el País del Sol Naciente.
Conversábamos sobre el carácter del pueblo japonés y me decía mi amiga que en esta película de Imamura están quizás las claves del carácter nipón. Es posible que sea cierto. Los días posteriores al terremoto y al destructor tsunami nos han demostrado que el pueblo japonés puede presumir de un estoicismo y un civismo del que por esta parte del mundo carecemos.
Ahora en Japón y antes en China cuando
el terremoto de Sichuan de hace tres años, la mayoría de la población demuestra una unidad en la tragedia que dudo mucho aquí tendríamos. Me gustaría equivocarme.
En "La balada de Narayama" los habitantes de un pueblo de las montañas del norte de Japón, en una época indefinida que puede ser a finales del siglo XIX, lleva una existencia dura, donde para que la supervivencia tenga éxito, la cohesión social y la obediencia a las reglas que ellos mismos se han dado debe ser la guía de su existencia diaria. Hay una escena terrible donde una familia, que roba y oculta comida mientras los demás pasan penurias, es sorprendida y al poco, la aldea entera los entierra vivos, niños incluidos sin dejar ni rastro de ellos. Esa escena, como la idea que ronda durante toda la película de que los viejos, en un momento dado deben hacer el camino a Narayama, la montaña que los acogerá para siempre y así dejar sitio a los más jóvenes para poder así tener más alimento y no ser una carga, son muy perturbadoras e inquietantes, ya que una cosa es el instinto de supervivencia y la unidad ante la adversidad y otra la crueldad extrema que reflejan estas escenas donde la compasión, tan humana como el instinto de sobrevivir , no están presentes salvo en la duda de alguno de los miembros de de la aldea (incluido el hijo de la anciana protagonista que manifiesta su dolor, su duda ante la madre que desea irse a Narayama y morir allí, aun sin estar enferma y siendo útil a la comunidad)
Respetar al otro y no violentarle de ninguna de las maneras explica ese comportamiento ejemplar del que ahora hacen gala los japoneses. El civismo pasa por entender que tus actos repercuten de modo directo sobre los otros y por ello debes ser exquisito y riguroso en su control, en tu control. Los japoneses no lloran, gritan y son presa del nerviosismo y la histeria como creo que aquí nos ocurriría quizás.
Viendo la película y la actitud de la anciana protagonista ante la muerte, me he acordado de inmediato de esos trabajadores jubilados de la central nuclear de Fukushima que disciplinadamente aceptaron ir a la central a ayudar en las tareas de extinción a sabiendas del riesgo que ello conlleva.
Yo, y creo que muchos por aquí careceríamos de valor.
Hola José Luís:
ResponderEliminarLa Balada de Narayama ha permanecido en mi memoria todo este tiempo, desde 1983. Tengo imágenes grabadas. Ahora me doy cuenta porqué: en ese momento yo era una persona con mucho apego hacia todo y eso me hacia sufrir.
Cuando uno va haciéndose viejo va soltando lastre.
Creo que la Balada es un ejemplo de gente desapegada, hasta extremos que pueden parecer crueles por un lado y llenos de amor por otro. Eso fue lo que me impresionó, esa manera de sentir tan distinta a la mía.
Puede que ese "desapego" haga que los japoneses sean un ejemplo a seguir en esta situación terrible.
Sería bueno, como hablabamos en tu casa, poder integrar de las distintas culturas para llegar a ser mejores personas humanas.
Un abrazo para los cuatro.
Hola José Luis.
ResponderEliminarHe mirado he intentado localizar las películas sobre las que hablas y tan solo he conseguido y de casualidad no más de cuatro títulos. ¿Dónde las encuentras? Es un poco fustrante leer tus entradas y no poder disfrutar de las películas.
Gracias por tus opiniones y orientaciones.
Itsaso
Begoña, me ha encantado la película (no lo he dicho en el "post") Y es cierto que se te queda en la memoria y te hace pensar. Sabes que coincidimos en la idea de tomar lo mejor de cada pueblo. Es deseable y no incompatible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Itsaso, las películas las puedes ver descargándolas de las redes P2P, tipo eMule, BitTorrent, etc
Un saludo afectuoso.
Creo que no sabemos lo que haríamos aquí. Yo no creo que nada tan distinto a lo que haría cualquier ser humano. Cuando pasa algo así... yo no creo que haya educación válida para algo no esperado.
ResponderEliminarMe recuerda a esa canción de Serrat "nos despertamos sin saber qué pasa, chupándo un palo sentados sobre una calabaza". Yo no sé cómo reaccionaría, pero seguramente estaría consternada y haría lo único posible: intentar sobrevivir (como cualquier ser humano)sin saber ni cómo. Consternada que supongo que es como estan ellos ahora.
Yo he vivido simulacros de incendio en oficinas de España y Alemania... la gente (era un simulacro, lo sé) reaccionaba exactamente igual.
Por otro lado, nuestra sociedad, la española tiene su drama particular, el paro, y nadie hace nada. NO digo que sean cosas comparables, pero sí es un drama. A mi me parecería más normal una manifestación tras otra que encogernos de hombros y mirar al suelo (o a la tele). Yo creo que somos muy mansos los españoles y nos ponemos fama de bestias... Quizás me equivoque, pero yo pienso que somos MUY mansos y fáciles de gobernar/manejar.
La peli no la he visto, pero creo que me deprimiría mucho y ahora que empieza la primaveraaaa... pero la apunto en mi lista. Mil gracias.
Saludos
Eva DE
Gracias como siempre Eva por tus aportaciones. Coincido contigo en que los españoles estamos un poco adormecidos y eso nos hace más vulnerables a la manipulación.
ResponderEliminarTe recomiendo la película. Te hace pensar.
Saludos