La poesía es la expresión de los sentimientos humanos y como la vida misma contiene en sí la belleza y la tristeza a la vez. Conceptos contrarios que a veces se mezclan de manera un tanto perturbadora.
Llueve ahí fuera.
El viento balancea las ramas y finas cortinas de lluvia crean diminutos riachuelos en el suelo que corren calle abajo.
Contemplo las primeras yemas de mi ciruelo, envueltas en gruesas gotas que adornan el árbol y que temblando levemente van desapareciendo y apareciendo una tras otra.
Una pareja de golondrinas es arrastrada por el fuerte viento que escucho rugir y cuyo sonido se cuela por la chimenea del salón.
Un día hermoso y a la vez triste. Negros pensamientos, como esas nubes veloces surgen en mi interior. Como el agua que resbala por las aún desnudas ramas del árbol, la vida, nos abraza y nos envuelve con su belleza y a la vez con su tristeza pero lo hace de un modo breve, intenso, pero breve.
Los pensamientos de gozo y pena no deben estancarse y como las gotas de este día de lluvia, fluir y fluir.