Te inclinas sobre el teclado e intentas escribir en inglés el nombre de la fruta que te aparece en pantalla.Te equivocas y pacientemente lo vuelves a intentar. Eres curiosa, lista, muy trabajadora ytenaz.Te observo con satisfacción y orgullo y pienso en ti hace seis años tal día como hoy, en ese bebé que abrazamos por vez primera en la habitación de un hotel de Nanchang. Nos escrutabas seria, serena. No tardaste mucho en sonreír.
Han pasado ya seis años. Tú ya no eres ese frágil bebé. Nosotros tampoco somos los mismos. China tampoco es la misma. Todo cambia, el cambio es lo único que permanece,el fluir constante de nuestras vidas y los recuerdos..., tan buenos recuerdos...
Algo que me gusta mucho de las novelas de Pearl Buck es que describe las situaciones de sus personajes sin emitir juicios morales. La semana pasada terminé de leer (en formato electrónico) "La Madre". Con esta novela ya he leído todo lo que en mis manos ha caído de esta autora. En esta ocasión el título ya nos da una pista certera del contenido del libro. Es un retrato de la sociedad campesina de los años treinta del siglo pasado. Refleja los avatares de la vida dura, durísima de una mujer que sola debe sacar adelante a sus hijos. Sentimientos y emociones por doquier (con pasajes muy dramáticos) en una lectura fácil que deja un poso de empatía, de complicidad con la mujer protagonista de la narración que en condiciones muy difíciles es arrastrada por los prejuicios de la época y que los sufre como nadie siendo ella en ocasiones cómplice sin remedio de los mismos . Os pongo a continuación parte del capítulo segundo, que en mi opinión , refleja muy bien el tono general de la novela:
(...)¿Hay algún día distinto a otro, bajo el cielo, para una madre? Por la mañana, la madre despertaba y levantábase antes del alba, y mientras los demás dormían aún, ella abría la puerta, sacaba las gallinas y el cerdo, conducía al búfalo hasta el patio, barría después el estiércol caído durante la noche, y lo apilaba en un rincón de la puerta del patio. Dormían aún los demás cuando iba a la cocina y encendía el fuego y calentaba agua para que bebieran el hombre y la vieja al despertar, y vertía un poco en un cuenco de madera, para que se enfriara y lavar con ella después los ojos de la niña.
Todas las mañanas, los párpados de la niña estaban fuertemente pegados y no podía ver hasta después de lavarlos. Al principio, la niña habíase asustado, y también la madre, pero la abuela dijo:
-Yo también los tenía así cuando era niña, y no me he muerto.
Ya estaban acostumbrados a ello y sabían que a los niños podían sucederles aquello, y no morir. Apenas acababa la madre de verter el agua, cuando llegaron los niños, llevando el hermano a la hermana de la mano. Habían saltado silenciosamente de la cama, para no despertar al hombre, temiendo su enfado, pues, a pesar de lo alegre que era, cuando quería serlo, sabía también irritarse y abofetearles furiosamente, si le despertaban antes de que terminara su sueño. Los dos niños permanecieron silenciosos junto a la puerta. El hermano parpadeó somnoliento y miró a su madre y bostezó, pero la niña quedó esperando con los párpados fuertemente pegados.
Entonces, la madre se puso en pie con rapidez y, cogiendo la toalla gris que colgaba de una estaquilla clavada en la pared, mojó uno de sus extremos en el agua del cuenco y, lentamente, lavó losojos de la niña, que gemía en voz baja, y la madre pensó, como pensaba todas las mañanas: «Tengo que procurarme el ungüento para los ojos de esta criatura; tengo que procurármelo. Si no se me olvida, cuando vendamos la próxima carga de paja de arroz, le diré que vaya a una botica... Hay una cerca de aquí, a la derecha en una calle estrecha...»
Así pensaba cuando salió el hombre a la puerta, poniéndose las ropas, bostezando ruidosamente y rascándose la cabeza.
-Cuando lleves esta carga de arroz para vender -dijo, expresando su pensamiento en voz alta-. Ve a la botica que hay cerca de la Puerta del Agua, y pide ungüento o algo para ojos irritados como éstos.
Pero el hombre estaba cargado de sueño aún, y contestó con irritación.
-¿Y por qué tenemos que gastar nuestro escaso dinero para ojos irritados, si sabemos que esto no la matará? Yo tenía los ojos mal cuando era niño, y mi padre nunca gastó su dinero en mí, aunque yo era su único hijo vivo.
Comprendiendo que era mal momento para hablar, la madre no dijo más, y fue y vertió el agua para el hombre. Pero estaba algo enfadada, también, y no quiso dársela, sino que la puso sobre la mesa, para que él la cogiera. Sin embargo, nada más dijo (...)
Recomiendo su lectura que podéis hacer desgargando el archivo >>>> aquí<<<<<
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Zhenru (un español que vive en Shanghai con su familia china) nos informa estos días perfectamente de la tragedia de Sichuan (esta foto está tomada de una de las entradas de su blog) Olga, una española con fuertes lazos con China que ahora vive en Noruega, nos aporta también en su blog datos valiosos en torno a esta tragedia. Dani, periodista español actualmente estudiando chino en la Universidad de Pekín, así como ChinoChano, que trabaja en la Agencia EFE en Pekín, también han sido estos días unos corresponsales de lujo que nos dicen y muestran con detalle aquello que en los medios de aquí no nos reproducen por desinterés o por ignorancia, quiero pensar.
Cada vez que veo los videos que nos enlazan y las fotos que muestran , la emoción me llena por entero y no puedo evitar que los ojos se me humedezcan. Hacerse eco de lo que pasa en el otro extremo del mundo es hoy en día, gracias a Internet, algo tan posible, como que Olga, en su blog nos ha recopilado información valiosa en torno a esta tragedia , que agradezco mucho, desde su estudio allá en el Círculo Polar. Para informar , sensibilizar y concienciar , hoy en día, sólo hay que tener un interés diáfano y la voluntad sincera de transmitir lo que se siente y piensa. Las telecomunicaciones, e Internet sobre todo, nos hacen el mundo más pequeño y a la humanidad más cercana entre sí.
Viendo algunos de los videos y fotografías tan conmovedoras que estos amigos de China nos han enseñado, pienso en lo asimétrico de la valoración de la información, en lo que es o no noticia. Ya hace tiempo reflexioné en este blog sobre esto, pero estos días la solidaridad, el valor, el coraje y la unión de las gentes de China, en mi opinión, no está siendo mostrada ante la opinión pública de España como se merece. Como acertadamente puso de manifiesto Roberto Pili en su blog hace unos días "un quinto de la humanidad guardó silencio durante tres minutos". Es algo de gran trascendencia y que invita a una honda reflexión.
En un instante el pánico se apodera de las vidas. Confusión y estruendo dan paso al dolor. Dolor hondo e infinito de los que sobreviven. La tristeza reina y la pena no abandona a los queno perecieron.
Las leves esperanzas de los que buscan van dejando paso a la amarga resignación. Días negros, de luto y desesperanza, pero también jornadas memorables de coraje, de solidaridad y de humanidad. Buena gente.
A lo lejos, muy lejanas e insignificantes las voces de los miserables de siempre. Mala gente.
Fugitivo relámpago es la vida, que apenas si da tiempo a sentir su pasar. Inmutable es la faz de la tierra y del cielo; mas cuán súbito el cambio de nuestro propio rostro
Cada vez disfruto más de esos días en que nos encontramos las familias que juntas hicimos el viaje a China. Lo hemos hecho en los dos últimos fines de semana. Vernos de nuevo y charlar es muy agradable. Las niñas crecen y comtemplar como se hacen mayores nos genera una mezcla de satisfacción, nostalgia y algo de temor por el futuro también (como cualquier familia) . Charlamos de lo que nos preocupa, nos interesa o sencillamente nos satisface. El "buen rollo" es lo que predomina en estas reuniones y las niñas se relacionan y entre ellas, juegan y se divierten. Algunas ya se van haciendo mayores y quizás se cuenten confidencias e inquietudes que a nosotros no nos dicen. Sé que seguiremos repitiendo cada año (siempre que podamos y las niñas quieran) estos encuentros que puntualmente nos identifican como grupo de familias creadas mediante la adopción. Las personas ajenas o ignorantes al tema de la adopción no son capaces de calibrar la importancia que tiene compartir unas mismas vivencias, formas de vida, preocupaciones y problemas que pueden surgir por ser el tipo de familia que somos y , por supuesto de celebrar nuestra adopción.
Nos sentimos orgullosos de nuestras familias y celebramos "la normalidad" de nuestras vidas. Sabemos que somos a veces motivo de curiosidad y queremos contribuir a serlo cada vez menos. Nuestra hija mayor fue la primera niña china adoptada en la ciudad y allá donde fuesemos las miradas iban hacia nosotros. Pasaron los años y cada vez era más corriente ver niñas chinas. Ahora ya no llamamos tanto la atención.
Ayer leí un extenso artículo en inglés en la prensa canadiense sobre la adopción en China (la especulación en los tiempos de espera, la desesperación de las familias, las causas del retraso y las especulaciones sobre un eventual cierre, la ética de las agencias de adopción, los casos de corrupción detectados y el prejuicio que sobre la adopción internacional algunos tienen (y siempren han tenido; ese prejuicio fue el primer obstáculo con el que nos topamos en los Servicios Sociales de nuestra ciudad hace ya ¡doce años!) En este artículo he leído que UNICEF no es partidaria de la adopciones internacionales. Piensa esta institución internacional que es preferible que un niño pase su infancia y adolescencia en un orfanato a la espera mientras una familia local lo adopta, a que lo haga en una familia con otros rasgos étnicos y cultura diferentes. Me pregunto ¿No es eso prejuicio racial? ¿ No es el mismo prejucio que manifiestan los que ven en la adopción internacional "una forma de neocolonialismo"? Los prejuicios siempre son producto de la ignorancia y cuando las instituciones se dejan llevar por ellos, están poniendo de relieve, probablemente su incapacidad para dar solucion a los problemas reales que surgen. De la lectura del artículo antes citado deduzco que un nuevo capítulo en el tema de la adopción en China se abre y que otro se cierra. Se analizan las causas del endurecimiento de las condiciones para adoptar en China, que van desde el desarrollo económico y el cambio en la mentalidad de muchas familias chinas ( las niñas son más valoradas y el prejuicio de la adopción de niñas por parte de familias chinas disminuye, lo que me llena de alegría) hasta un cierto "nacionalismo" por parte de las autoridades chinas ante la comunidad internacional para demostrar que son capaces de hacerse cargo por entero de sus problemas. También está el tema de algunos casos de corrupción (Hunan) que han ensombrecido el merecido estatus de ser el país más transparente y seguro en la ética de las adopciones.
Observando a nuestras hijas crecer y jugar felices me doy cuenta de lo afortunados que somos y de la alegría que en nuestras vidas se instaló. Sin ellas, llevaríamos una vida feliz tambiém probablemente , pero con seguridad más gris y plana..., y ellas..., ellas vivirían en China, hablarían chino y su familia sería el orfanato, quizás también ellas llevarían una vida feliz...
¿El futuro ? El futuro siempre es incierto por definición, pero seguiremos adelante con nuestra familia especial, con nuestra "familia global", que día a día vive la vida lo mejor puede en un mundo complejo, de cambios vertiginosos y de prejuicios contra los que luchar. El tiempo que pasa no vuelve y la vida en nuestra familia en estos años pasados ha sido dichosa y plena. Podría haber sido de otro modo pero ha sido así a pesar de todos y todo. El balance no puede ser mejor, por eso celebramos nuestra adopción.
Mis profesores me enseñaron a tener siempre " espíritu crítico". En los años finales del franquismo tuve la suerte de tener a algunos que "desde dentro" del sistema, se esforzaban por subvertirlo, por modificarlo hasta provocar cambios perceptibles y duraderos en el tiempo hasta hacerlos irreversibles. Jamás he olvidado su compromiso y su visión de las cosas . Eran críticos pero sin proponer ningún "asalto al Palacio de Invierno" , ninguna ruptura que supusiese una marcha atrás, un retroceso en lo conseguido. Siempre he confiado más en las "palomas" que en los "halcones" y he aprendido que cuando uno quiere cambiar algo debe ponerse manos a la obra pero sin las prisas que puedan llevar al fracaso del proyecto. Convencer antes que vencer. El pragmatismo antes que el fundamentalismo... Conforme me hago más viejo, más crítico soy con todas esa posturas "progres" de anti-sistema que, colocándose al margen, todo lo critican, todo lo rechazan y en su maniqueo "blanco y negro" poco hacen por cambiar las cosas salvo proclamar rupturas difíciles , cuando no imposibles sin dar pasos atrás, sin empeorar la situación. Proponer un cambio radical sin dominar todos los resortes puede ser suicida y contraproducente y ocasionar más mal que bien. Desear cambios profundos en la sociedad no implica desearlo "todo para mañana y mientras tanto no hago nada o me opongo a todo". Eso sí, estas personas de pensamiento maniqueo mantienen sus conciencias muy limpias. Es difícil mantener la coherencia política en un mundo tan complejo, pero al menos, los que trabajan por cambiar las cosas sin dogmatismos y buscando el acuerdo sin renunciar a sus principios, merecen toda mi simpatía y aquellos que se instalan en el enfrentamiento permanente, en el fomento del odio al oponente y en "la pureza de sus ideas" sin concesiones prácticas al otro merecen mi indiferencia. Si estás a favor de la celebración de los Juegos Olímpicos en China te dicen que eres un defensor del régimen chino, que apoyas la pena de muerte, la explotación laboral, etc, cuando esto no es verdad en absoluto. Me está pasando en estos últimos tiempos.
Me vienen estas ideas a la cabeza al escuchar la entrevista (en inglés) a Qiu Xialolong (de la serie "Sexy Beijing" que reproduzco más abajo ) a propósito de la publicación de su nueva novela (que estoy deseando leer) "Red Mandarin Dress"
Me gustan tanto las novelas de Qiu Xialong quizás por que en ellas se refleja esta actitud de crítica sin desafíos estridentes que supongan poner en peligro la realización de "lo posible", en cada momento, en cada época, en cada situación concreta. Por mi educación, me fío más de las personas que de las ideas y desconfío del que todo lo tiene claro, del que se opone siempre y jamás duda, anteponiendo ideología a persona. Situarse en un lado no significa que siempre se esté ahí. No significa que uno deje de ser crítico con las cosas, que renuncie a poner en cuestión esto o aquello, a comprometerse, como he dicho anteriormente.
El policía pragmático y tenaz y a la vez poeta sabio y sensible, que representa el protagonista de sus novelas, el Inspector Chen, podría representar un ideal de actitud crítica y a la vez humanista, ante las cosas.
En la entrevista , Qiu Xialong nos habla de "Red Mandarin Dress" , aún no traducida al español. Arranca la trama de ésta su última novela, con la aparición en la ciudad de Shanghai de mujeres asesinadas vistiendo el qipao, el traje tradicional chino. En este nuevo caso el Inspector Chen, parece que se enfrenta al reto de descubrir y detener al que parece ser un asesino en serie.
La idea de la novela , según nos cuenta en la entrevista, se la dio una imagen que vio muchos años atrás durante la Revolución Cultural, de una bella mujer vestida con un qipao y con un niño de la mano. Vestir el qipao era visto como algo contrario a la revolución. Recuerda Qiu Xiaolong a esta mujer vestida con el traje tradicional y a este niño que imagina podría ser él. Personas como las de su familia y él mismo castigadas durante este negro período de la historia de China ¿Cómo habrán vivido en todos estos años? ¿Habrá quedado en ellos algún trauma? Imagina qué habrá sido de ellas ahora en este tiempo, en este Shaghai futurista del siglo XXI, donde irónicamente dice, losqipao se venden mucho, están de moda y son negocio, como tantas otras cosas.