Me incomoda cuando se descalifica el país donde mis hijas nacieron. No puedo evitar salir en defensa de las personas que pueblan el lugar donde vieron la luz y donde fueron atendidas los primeros meses de sus vidas. Las posibles y muy probables circunstancias que llevaron a nuestras hijas al orfanato, son algo que siempre me conmoverá y ante lo que no podré nunca sentir indiferencia o desdén. Las especiales condiciones socio-culturales de las zonas rurales de China, la consideración y el tratamiento dado a la mujer en esos lugares, en ningún modo me pueden resultar como algo lejano y tan ajeno que me pueda llevar a ignorar estas circunstancias como si nada tuviera que ver con mi vida.
Soy consciente de que para entenderse , en el lenguaje coloquial se usan con mucha frecuencia clichés, esquemas, tópicos, simplificaciones y generalizaciones que no tienen otro valor que la fluidez de la comunicación y el compartir un código que nos permita enterdernos, de ahí mi alergia a lo políticamente correcto en el lenguaje. Pero de ahí a tratar a los chinos en general de modo ofensivo hay una frontera que muchas personas traspasan con excesiva alegría.
Recientemente escuché uno de estos comentarios tópicos, una de estas generalizaciones en boca de una madre con dos hijas nacidas en China:
"...los chinos son muy especiales, raros y crueles a veces. No quieren a las niñas y las abandonan. ¿Cómo se puede abandonar a una hija?..."
Me entristeció este comentario especialmente por el hecho de que viniese precisamente de una persona que tiene dos hijas chinas.
¿Ignora acaso esta madre que gracias a
"esos chinos especiales, raros y crueles" su hija fue llevada a un orfanato? Es posible que nunca haya llegado a pensar esta persona que todo podría haber empezado (es algo que nunca podremos saber) por una enorme presión familiar ante una joven e indefensa muchacha , quizás con una mujer infeliz mediante un matrimonio acordado, y con una difícil convivenvia, o quizás no...
Quizás puede que se conjugase, al peso atávico del linaje, la inquietante visión futura de desprotección de los trabajadores del campo en la época de vejez.
La miseria y la ignorancia en definitiva, es muy posible que fuesen las que llevaron a alguien a pensar que el futuro de esas niñas no pasaba por ellos y optaron por algo mejor.
Gracias al trabajo de algunos de esos
"chinos especiales, raros y crueles" sus hijas fueron atendidas debidamente, llevadas a una comisaría o al interior del orfanato y cuidadas hasta el momento en que fueron asignadas a una familia,
Gracias a algunos de
"esos chinos especiales, raros y crueles" que organizaron una red de orfanatos y un protocolo de adopción y que crearon una serie de normas y reglamentos que hicieron posible que miles de niñas tuvieran una familia a miles de kilómetros de donde nacieron, sus niñas están con ella.
A mis hijas intento transmitirles siempre una visión positiva y constructiva de las cosas y sin ocultar los aspectos desagradables de la realidad intento hacerles fijar la atención en todas esas buenas personas que en su país natal trabajaron para hacer posible que constituyamos una familia. Son a los que siempre estaré agradecido y a los que defenderé siempre, por ello hablar de los chinos como
crueles, raros, o cualquier otro adjetivo peyorativo me incomoda y me lleva a defender a todas esas personas que con su sensibilidad, su ética y su buen trabajo contribuyeron a que seamos hoy esta familia que somos.
En mi opinión, un flaco favor les hace a sus hijas quien ignora, menosprecia, o desprecia abiertamente al país donde nacieron sus hijas. Hacer de juez omnisciente, generalizar, situarse por encima de todos y todo y menospreciar a las personas que tomaron decisiones que tanta trascendencia han tenido para nuestras vida, juzgarlas y condenarlas sin más, me parece a la vez de algo gratuito y negativo, profundamente injusto.
Las fotos que ilustran esta entrada están tomadas de
China From the Inside (part Two, Women of the Country. Es éste un magnífico reportaje de una
estupenda serie que comenté en su momento y que en mi opinión ilustra a la perfección la situación de las mujeres del campo en China. Podéis ver un video de presentación del programa haciendo clic en el enlace anterior en la pestaña "2 Women" y luego en
"watch the preview" . Mirad la mirada de la chica mientras brindan los hombres. (no puede ser más significativa)
En este estupendo reportaje dice
Xie Lihua (editora de la revista
Rural Women) :
"Muchas mujeres no están a cargo de sus propios destinos. De ese modo si alguien se encuentra en el campo a una chica de dieciocho años y desea saber si está casada, no le pregunta ¿Tienes un marido? sino ¿Tienes un "zhu"? "Zhu" significa amo. De ese modo, si una chica no tiene su propio amo, así que una chica no es dueña de sí misma y tiene que encontrar uno. ¿Tienes un amo?"