El año termina con la publicación en distintos medios de nuevas condiciones a la adopción en China. Algunas de estas son discutibles e incluso considero que son en algunos casos injustas, pero pienso que hay que ir al fondo del asunto y, si las restricciones a la a adopción en China son como consecuencia del aumento de las adopciones nacionales o por el descenso de menores en situaciones de abandono, me parece una buena noticia.
El ideal es que no existan circunstancias que lleven a nadie a un orfanato, que no haya niños sin familia. En este sentido ver como el desarrollo económico y los cambios de mentalidad hacen que haya menos niñas abocadas al abandono, me parece muy positivo. No puede ser de otra manera.
Cuando nosotros nos planteamos la adopción en China (hace más de una década ya, ¡cómo pasa el tiempo!) era porque era posible, había muchas niñas en orfanatos y la adopción nos pareció otra forma de crear la familia que deseábamos Pensábamos que habría un beneficio mutuo, pero siempre hemos sido conscientes que los intereses de los niños están antes que los nuestros. Si eso no hubiese sido así, si no hubiese habido niñas en orfanatos a la espera de una familia, ni nos lo hubiésemos planteado. Nosotros no queríamos un hijo a toda costa.
Como he dicho antes, la adopción siempre es en beneficio de los niños primero, teniendo en cuenta sus intereses, no la de los futuros padres que son legítimos pero secundarios. Una vez tomas la decisión, tu hijo ya se hace presente en tu interior, en este caso en tu corazón. Sientes que ya te espera y te sientes unido a él. y como en los embarazos se siente al hijo en el vientre y tienes miedo que se malogre, que no llegue a término, que no nazca como tu deseas. Cuando has decidido adoptar tienes miedo de que algo salga mal, te angustia el que el proceso se detenga por alguna circunstancia, estás deseoso de ver su final. Creo que en este sentido, la espera en un embarazo y en un proceso de adopción es semejante.
Por mi experiencia diría a las familias en proceso, con su expediente ya en China, o a punto de llegar, que no se preocupen en exceso. En nuestras dos adopciones hubo también cambios legislativos (en la segunda tuvimos que reenviar el expediente, puesto que aún no había salido de Madrid cuando una nueva normativa entró en vigor) y al final todo salió bien. nada hace ver que ahora sea diferente.
Las familias que se plantean desde ahora adoptar en China deben tener en cuenta la nueva normativa y si cumplen las condiciones que la Administración china impone, adelante. La adopción en China se ha caracterizado siempre por ser muy exigente pero también transparente y rigurosa en el proceso.
Así que ánimo, tranquilidad y mucha paciencia a todos los que esperan.
FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2007