29.9.07

Wayne Wang gana la Concha de Oro

"Mil años de oración" se ha llevado el máximo galardón en el presente Festival Internacional de Cine de San Sebastián.


En este vídeo de presentación de su película en el festival, Wayne Wang reflexiona sobre su cine y sobre su visión de las cosas. Se declara más norteamericano que chino y un poco "extraterrestre" , como el protagonista de su película. El ritmo vertiginoso de las películas actuales no le gusta. Cine donde los personajes no tienen apenas tiempo para respirar...es algo que no va con él. Critica el cine actual de Zhang Yimou en contraste con su primera época y también critica la censura china y la voluntad de las autoridades por ocultar (sobre todo ante el pueblo chino) aquellas cosas que no les gustan. Cita como ejemplo de esto el fenómeno de la inmigración de miles de trabajadores en gigantescas construcciones para los próximos Juegos Olímpicos y que viven y trabajan en unas terribles condiciones.

"Intento buscar mi alma china" declara Wayne Wang en esta entrevista en El País.

26.9.07

¿Se puede elegir la identidad?

Pongo a continuación dos cortos que tienen de fondo el mismo tema y que me han hecho pensar mucho. El primero se titula "Proverbio chino", de Javier San Román. Es una simpática reflexión sobre la identitad racial, los prejuicios y la inmigración. Absolutamente divertido y muy recomendable.
El segundo lleva por título "Chino" y es un falso ducumental relizado por Rogelio Sastre, donde con ironía, también se reflexiona sobre lo mismo . ¿Podemos elegir nuestra identidad?
Dijo Confucio : "Entristécete, no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres"


24.9.07

China en el 55 Festival Internacional de Cine de San Sebastián



Son en esta edición tres las películas "chinas" que se proyectarán en la 55 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián:

A Thousand Years of Good Prayers en la Sección Oficial, Soul Carriage en la sección de Nuevos Directores y The Princess of Nebraska en la Sección Especiales Zabaltegui.



Por los enlaces podréis leer información detallada sobre las mismas. Solo comentaré tres cositas:

-Wayne Wang (director de A Thounsand Years of Good Prayers y The Princess of Nebraska)
dirigió El Club de la Buena Estrella, una de las primeras películas "chinas" que yo vi y que me encantó. Por aquel entonces no tenía la mas remota idea de lo que este país iba a suponer en mi vida.

-Soul Carriage tiene muchas similitudes en el núcleo argumental con Getting Home, de Zhang Yang de la que hice algunos comentarios hace unos meses.


- The Princess of Nebraska y A Thounsand Years of Good Prayers se basan en el libro Los Buenos Deseos de Yiyun Li

17.9.07

China Forever !

Hace unos días escribí sobre lo molesto que empezaba a sentirme con tanta visión negativa que de China se daba en los medios y hoy quiero compartir con todos vosotros otra visión de China: este video promocional que la Administración responsable del turismo en China ha editado. Son imágenes bellas como las que intentamos capturar en nuestras cámaras cuando viajamos por cualquier sitio. Lo sórdido queda para otro momento y otro sitio, Los que nos sentimos "chinos de corazón" disfrutamos con estas imágenes . China forever!

15.9.07

Visita al país de origen



La percepción del tiempo que vivo ahora es de que éste pasa muy deprisa. Cuando echo la vista a atrás, por un lado me parece que fue hace muy poco que iniciamos todo el proceso de formar una familia mediante la adopción. Recuerdo todos los hechos más importantes con mucha nitidez, como si hubiesen ocurrido ayer mismo, pero si miro el calendario (y me miro al espejo) veo que ya va pasando mucho tiempo. También cuando miro a mis hijas veo ese vertiginoso paso de los años. Casi sin darme cuenta ha llegado el momento en el que mi hija mayor está a un pasito de la pre-adolescencia. Desde el comienzo he sido de la opinión de que hacer un viaje a China antes de la adolescencia es algo muy importante para el futuro emocional de nuestras hijas, para la construcción sana de su identidad. Ese tiempo , ese viaje que yo tanto deseo, está cada vez más cerca y debemos empezar a prepararnos.
Sigo con atención la evolución de las familias norteamericanas con hijas nacidas en China que nos han precedido y observo como desde hace un par de años han comenzado los viajes de familias a visitar sus lugares de nacimiento y en algunas ocasiones los orfanatos.
Todas estas experiencias parecen muy positivas .
Pongo a continuación el enlace de este video: Zhang Empresses, de uno de estos viajes (del que he sabido a través del blog amigo Perhaps Paloma). Son sólo los diez primeros minutos de un reportaje de cuarenta y cinco y en él se observa como las niñas (que desde siempre se conocen pues sus padres, como hacemos aquí en España muchas familias, se reúnen una vez al año desde distintos lugares de Suecia) disfrutan de hacer el viaje juntas. Muestran su alegría de no sentirse diferentes en el paisaje humano como les ocurre en Suecia.



También he leído en washingtonpost.com este reportaje (con un breve video) de un viaje de varias familias norteamericanas realizado el verano pasado. Impresiona el dato de que la ciudad (Changzhou) que recorrieron allá por 1995 tenía 700.000 habitantes, ahora tiene casi cuatro millones. Es esperanzador el saber que cada año, diez familias chinas adoptan en el orfanato y sobre todo el dato que da un policía de que cada año sólo una o dos niñas son dejadas a la puerta de la comisaría.
En el reportaje también se destaca que de las cinco familias, sólo una cumpliría los requisitos que actualmente pone china para las adopciones por parte de extranjeros.

13.9.07

Occidente - Oriente en viñetas


(vida cotiniana de un anciano)

En el interesante blog "Aprende Chino Hoy" se pueden contemplar una serie de imágenes de la joven diseñadora china Liu Yang que en mi opinión y con gran acierto, contrapone las culturas alemana y china mediante una serie de viñetas con fondo azul (Alemania) y rojo (China). Mediante la contemplación de unos sencillos trazos podemos reflexionar sobre el modo de ser occidental y oriental.


(actitud ante lo nuevo)

12.9.07

Ofensiva parodia de las adopciones en China

He conocido a través del blog amigo Perhaps Paloma la existencia de una ofensiva parodia sobre las adopciones en China. Maldita la gracia que me hace. No sólo me ofende sino que me deja triste y preocupado por si mis hijas tienen que enfrentarse, y les faltan recursos para ello, ante personas como estas que hacen mofa de su familia y de su condición de adoptadas en China.


9.9.07

Ang Lee gana el León de Oro en Mostra de Venecia 2007



Ang Lee ha vuelto a ganar el máximo galardón de La Mostra de Venecia de este año 2007. El premio le ha sido otorgado por un jurado presidido por su compatriota Zhang Yimou.


Destacan los cronistas el ritmo poético y la fuerza narrativa de una historia de amor con pasión absoluta. La película, según cuentan, tiene escenas de sexo que, mucho me temo, provocarán con toda seguridad la censura en China.
El presidente del jurado "despistó" por un instante a los asistentes a la gala de clausura al citar el nombre del ganador al modo chino, primero el apellido y luego el nombre.

Mujer y Sufrimiento





Familia:

Hoy cojo un pincel y mi corazón vuela hasta mi hogar.
Escribo a mi familia: saludos a mis queridos padres, a mi tía y a mi tío.
Cuando pienso en el pasado no puedo reprimir las lágrimas.
Todavía me entristece haber dejado mi hogar.
Mi hijo está a punto de nacer y paso mucho calor.
Mis suegros son despreciables.
Hago todas las labores domésticas.
Con este calor no se puede vivir.
Hermana, prima, cuidad de nuestros padres.
La única esperanza de las mujeres es que nuestros padres vivan muchos años.
Así siempre tendremos un lugar al que regresar y donde pasar las fiestas.
En nuestra casa natal siempre habrá gente que nos quiere.
Por favor, sed buenas con nuestros padres.

Vuestra hija, hermana y prima.
("El Abanico de Seda" (p.116) Lisa See. Editorial Salamandra

A Luo Cuifen de treinta y un años le han descubierto veintitrés agujas alojadas en su cuerpo, algunas de ellas en órganos vitales y que ponen en grave riesgo su vida. Es la terrible herencia que le dejaron unos abuelos obsesionados con un nieto varón y que descargaron toda su frustración en su nieta recién nacida.



La lectura de este horrible suceso me ha hecho recordar inmediatamente el pasaje que encabeza este "post" y que está extraído del libro que actualmente estoy leyendo: El Abanico de Seda, de Lisa See. En esta interesante novela, las protagonistas hermanadas de por vida, conocen un código de comunicación transmitido de generación en generación y que los hombres ignoran: el Nu Shu .Es un lenguaje al que los hombres no tienen acceso y por ello es la forma de comunicación entre mujeres que sirve de válvula de escape, de desahogo, a las frustraciones y angustias, y soporte a las esperanzas y deseos de unas mujeres resignadas a vivir cumpliendo las reglas de una sociedad injusta y en ocasiones muy cruel que, en nombre de unas costumbres felizmente desaparecidas, las sometían a humillaciones permanentes y torturas increíbles como era el vendado de pies. En esta novela, conmociona el capítulo dedicado a esta práctica. Es horrible pensar en el sufrimiento de unas niñas que empiezan a dejar la infancia con una tortura que su propia familia le infringe. Ser una "atractiva mujer", lo suficientemente "femenina" para poder casarse y engendrar un varón era el principal, si no el único objetivo que movía a las familias en aquel tiempo.


Nuestras hijas probablemente (nunca lo sabremos con certeza) son el último capítulo de una historia, de una época, que parece que felizmente va quedando atrás. Escribí en una ocasión sobre la condición de mujer en la China rural a propósito de una noticia sobre el elevado índice de suicidios de mujeres en China. La convivencia no deseada con suegros, maridos y hermanos; y la presión y el desprecio que a veces éstos sienten hacia estas mujeres, provocan historias terribles como esta. Sucesos como el ocurrido a Luo Cuifen nos trae a la memoria lo que no deseamos recordar pero no debemos olvidar.

1.9.07

Mirar a China con otros ojos


Reproduzco más abajo un artículo que Rafael Poch, corresponsal de La Vanguardia en Pekín escribió hace casi cuatro años, pero que está en plena vigencia. Es el desahogo razonado de alguien harto de tener que escuchar siempre lo mismo por parte de personas poco informadas (políticos, periodistas, ...) sobre un país que conoce y aprecia pero del que se da una imagen intencionadamente parcial y a veces llena de sectarismo. No hay día en que los distintos medios de comunicación no se hagan eco de noticias negativas de China. Estoy empezando a estar molesto por la insistencia de periodistas, políticos , tertulianos y demás opinantes, en hacernos ver siempre "la amenaza" de China para nuestra economía, nuestra salud e incluso para nuestra "ética democrática". Sin minimizar ni dejar de criticar y condenar lo que es "de cajón", faltaría más, ya me cansa un poco tanto resaltar los aspectos más feos de la sociedad China. Cuando no es que nos van a dejar sin jamón ibérico, es el plomo en la pintura de los juguetes , la pasta de dientes contaminada, la explotación laboral y los bajos salarios, la censura en Internet, la represión a los disidentes, la contaminación de los ríos, la corrupción, los escupitajos por las calles,... siempre el cristal negro para echar la mirada sobre China.

Cuando informamos sobre China

RAFAEL POCH
| 13/01/2004 - 08:23 horas

Voy a hablar sobre la actitud dominante del periodista y de la prensa occidental en China. De las razones por las cuales esa actitud no me parece adecuada, tanto desde el punto de vista informativo, como ético. Un país en desarrollo es como una mujer embarazada. Su organismo atraviesa un delicado proceso creador que precisa atenciones y cuidados especiales. La transición hacia una sociedad predominantemente urbana implica verdaderas ¿transformaciones hormonales¿ en la sociedad tradicional-agraria. Es un cambio de piel, de valores y pautas. Para la población implicada es un viaje a lo desconocido. Para los políticos que intentan gobernar el proceso, un sinfín de riesgos y amenazas. En el mundo en desarrollo el estado de crisis es norma. Como dijo en su último discurso en Harvard el primer ministro Wen Jiabao: ¿nosotros no podemos permitirnos el lujo de perder el sentido de crisis¿. A un país en desarrollo y a una mujer embarazada, no se le pueden pedir determinados rendimientos, cargas y actitudes. La idea es que cuando nos encontremos en el autobús a un país en desarrollo, nos levantemos para cederle el asiento. Ese gesto no puede confundirse con paternalismo, ingenuidad o condescendencia. Está claramente fundamentado por las leyes de la biología, los valores universales y la experiencia histórica. No hace mucho que en España éramos ¿país en desarrollo¿ (y la ¿aznaridad¿ y el caudillismo característico de nuestro sistema de partidos nos recuerda, que politicamente continuamos siéndolo), con dictadura, partido único, mayoría de población campesina y dominio de la lógica patriarcal sobre la idea de legalidad. Así que, recordando nuestro propio embarazo, estamos en una situación seguramente más favorable que otros, en Europa y América, para hacer ese sencillo gesto de respeto y reconocimiento hacia la mujer embarazada... En la actitud de no cederle el asiento al país en desarrollo hay muchas cosas. Hay amnesia sobre nuestra propia historia. Hay una incapacidad, muy europea, por ponerse en el lugar de quien es diferente. Hay también arcaicos prejuicios y estereotipos de guerra fría, ahora mezclados con nuevos intereses derivados de la rivalidad comercial. Y, finalmente, hay ecos de una actitud colonial-imperialista. Todos esos ingredientes explican, en gran medida, por qué un ciudadano chino normal tendrá hoy muchas dificultades en reconocer a su país en el informe habitual de los medios occidentales sobre China. Voy a referirme a algunas paradojas.
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El periodista que en su redacción occidental tiende a ser conformista, apologético y obediente, puede ser ¿crítico¿, ¿rebelde¿ y extremadamente sectario hacia China y hacia el mundo en desarrollo en general. Si en su redacción central tiende a enfatizar lo positivo y agradable hacia su propio país, en China suele denunciar y destacar lo negativo y deleznable. De hecho se le paga porque así sea, y eso es lo que se espera de él si quiere hacer carrera. Es decir: la crítica sectaria hacia China suele ser ortodoxia en los medios occidentales. Es la otra cara de la misma disciplina conformista.
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Derechos humanos. Hay que distinguir siempre entre ¿derechos humanos¿ y la ¿política de derechos humanos¿, es decir; la utilización política, discriminada y selectiva, de los mismos. La misma lógica de esa ¿política de derechos humanos¿ que llevó en los ochenta a ¿The New York Times¿ a denunciar en editoriales y artículos de portada el asesinato, a manos de policías incontrolados, de un sacerdote en Polonia, el Padre Popieuzko, mientras se marginaba a pequeñas columnas en el interior del diario el asesinato del obispo primado del Salvador, Monseñor Romero, y de decenas de sacerdotes y monjas católicos, en aquella misma década, esa misma lógica, preside hoy la información sobre China. La virulencia es mucho menor, pero la lógica es la misma. Podemos preguntarnos qué habría pasado si la eliminación física, este año, de 2.400 camellos y pequeños narcotraficantes callejeros en 10 meses en una operación limpieza propiciada por el gobierno, se hubiera producido en China y no en Tailandia. Es un escenario plausible para China que en el caso de Tailandia no ha dado lugar a escándalo. Con China habría sido escándalo. La actitud de toda una serie de antiguas o modernas potencias occidentales pontificando sobre derechos humanos en China, es algo particularmente picante allí. Algunas de esas potencias llegaron a China en el XIX como narcotraficantes, condenando a la drogadicción a unos 150 millones de chinos, y tuvieron un gran papel en la crucifixión del país. Y aun no han pedido perdón... Sospecho que estas cosas pesan en la percepción china, de la critica sobre derechos humanos que reciben.
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Abusos laborales. Este año el premio americano ¿Livingston¿ se ha concedido a un corresponsal del ¿Washington Post¿ en Pekín. Diez mil dólares por su descripción de los ¿abusos laborales¿ en China. Merece todos mis respetos, pero aquí lo curioso es recordar que en Occidente la denuncia del abuso laboral raramente es objeto de premio periodístico. Que al ¿Washington Post¿, al ¿Wall Street Journal¿ -como a cualquier diario español- le trae bastante sin cuidado la suerte de los obreros y parados en su propio país, incluso en el mundo en general, un tema que nunca está de moda con administraciones conservadoras o ultras. En China los obreros, su salud, seguridad social, sus sindicatos y hasta la presión arterial de sus ancianas madres, como quien dice, les importa a todos ellos. En China todos los medios son ¿laboristas¿, como eran ¿disidentes¿ en la URSS de los setenta y ochenta, cuando los abusos de la tiranía soviética eran el primer objeto de la denuncia mediática, pese a que su realidad iba claramente por detrás de los de Centroamérica o América del Sur. En aquellos patios traseros occidentales, los disidentes no eran enviados a los campos de Mordovia, sino que eran directamente torturados, desaparecidos y descuartizados por regímenes subsidiarios del imperio, que daba, y sigue dando, lecciones de moralidad.
- Al hablar de China, la publicística occidental omite, frecuentemente, aspectos importantes del panorama en un país en desarrollo que no son actuales en una sociedad desarrollada. Una información que busque la calidad, debería referirse a la totalidad del panorama, de lo contrario lo caricaturiza. Por ejemplo;
- En la situación del Sida, no todo se reduce a los escándalos de transfusión en Henan, a la negativa de atención medica por prejuicios o discriminación económica. En China no solo hay corrupción. A diferencia de Rusia, también hay ¿lucha contra la corrupción¿. No sólo hay prejuicios culturales mojigatos. También hay campaña y esfuerzo institucional contra esos prejuicios. En Yunan, por ejemplo, se ha hecho un buen trabajo de prevención y asistencia que está bien documentado por ONGs occidentales. Desde que el Secretario General de la ONU dio una reprimenda sobre el horizonte del Sida en China, la actitud oficial ha cambiado radicalmente. Pero de ello no se habla, o se habla poco.

- Lo mismo se puede decir sobre la crisis del Sars. Hubo muchas más cosas, aparte de la ocultación de información inicial. La idea de que todo aquello ocurría en un estado burocrático, fue completamente despreciada del informe. La movilización popular contra el Sars, frecuentemente ridiculizada como ¿campaña maoísta¿, fue ejemplar y eficaz para un país ¿embarazado¿.

- En un plano más general; la opción de los dirigentes chinos de priorizar el desarrollo y la estabilidad sobre la democratización y la reforma política, merece ser tomada en consideración. Observada desde Rusia, otro país en desarrollo, esa opción presenta una gran racionalidad interna y a medio plazo puede resultar en una democratización más genuina.
En Moscú ya hay una discusión sobre el asunto. Algunos, como Solzhenitsyn, dicen que la democracia rusa (con parlamento decorativo, instituciones débiles y desprestigiadas que restan gobernabilidad a la transformación, y sin la rotación en el poder que sí se ha producido en Bielorrusia, Ucrania y Mongolia, por ejemplo), solo será autentica si se construye desde la base. Los chinos parecen estar haciendo algo así, gradualmente y sin prisas. Las elecciones locales en Pekín han sido una muestra del progreso de una imperfecta democracia directa a nivel local, que afecta a 900 millones de chinos en más de 600.000 localidades de todo el país, un dato enorme y casi siempre marginado o despreciado por irrelevante en los medios. Repetir que ¿no hay reforma política¿ y perder de vista este tipo de procesos es, sencillamente, imperdonable. La hipótesis de que una ¿democratización ya¿ -como la que parecen abogar muchas informaciones occidentales- degeneraría en una especie de ¿revolución cultural¿ , merece ser tenida en cuenta en un país como China... En términos generales; ni la pena de muerte, ni la censura de Internet, ni el cierre de periódicos, ni la brutalidad que la vida tiene necesariamente en un país en el que el 80% de la población todavía vive en condiciones de subdesarrollo, impiden constatar que el vector de la democracia la libertad de prensa y los derechos humanos, avanza más que retrocede en China (aunque un aspecto esencial de la democracia olvidado en Occidente, la igualdad y la nivelación social, están retrocediendo manifiestamente en China). Naturalmente que los dirigentes chinos utilizan este argumento propagandísticamente. Pero eso cambia poco el asunto: lo mismo ocurre con la utilización política de los derechos humanos: es real y al mismo tiempo no impide que los abusos y atropellos sean verdaderamente graves y serios. La lista podría prolongarse mucho, con excursiones a la política exterior, el comercio de niños y mujeres, y tantos otros aspectos, pero creo que la idea del aspecto grotesco que presenta frecuentemente nuestra información ya ha quedado clara. Que a los chinos no les resulte convincente y que tomen medidas para protegerse de la ¿información¿ que se deriva de tales actitudes, es comprensible. Recapitulando, diremos que en términos históricos, el progreso está siendo bastante rápido. A las sociedades que hoy tienen rentas altas y una población sumada de alrededor de 1000 millones, les costó 200 años acceder a la prosperidad y la democracia. Fue un proceso largo y sangriento, plagado de miseria, matanzas, trabajo infantil, prostitución, abusos y crudos pulsos sociales. El ¿embarazo¿ de China está siendo mucho más rápido y cada vez menos infeliz. El precio humano pagado ha sido alto, pero los resultados de este medio siglo también han sido muy espectaculares y si siguen al ritmo actual, puede que dentro de 50 años, 1600 millones de seres humanos alcancen estándares de bienestar, en solo 100 años, algo que infunde respeto. Cederle el asiento a la embarazada no es disminuir la crítica. Al contrario; es hacerla más seria y eficaz, desmarcarla de la propaganda, apostar por un diálogo firme y respetuoso en todas esas cuestiones. Me alegra constatar que los documentos de la Unión Europea comienzan a ir en esa línea. Y estoy seguro de que los amigos chinos agradecerán ese diálogo.
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